El Ministerio de Sanidad de la Franja de Gaza, bajo el control del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás), ha anunciado un incremento en las cifras de víctimas debido a la ofensiva israelí. Hasta la fecha, se reportan 18.205 fallecidos y 49.645 heridos desde el inicio de los ataques el 7 de octubre, tras los enfrentamientos entre el grupo armado palestino y territorio israelí.
Las autoridades gazatíes han hecho un llamamiento urgente a los equipos médicos internacionales para que acudan al enclave y brinden asistencia vital a los heridos. Según el diario palestino Filastin, vinculado a Hamás, cientos de personas heridas aguardan transporte fuera de Gaza para recibir tratamiento, pero las restricciones impuestas por las fuerzas israelíes han obstaculizado su acceso a centros médicos en el norte de la franja.
Se ha denunciado que los hospitales y centros médicos en Gaza son objeto directo de los ataques israelíes, agravando la aguda escasez de suministros médicos y medicamentos, según informes de la agencia de noticias palestina WAFA. La situación ha llevado a un funcionamiento precario en los hospitales, con métodos rudimentarios y una alarmante carencia de suministros esenciales, incluyendo anestesia.
Las autoridades palestinas acusan a Israel de congelar los recursos obtenidos a través de impuestos, lo que ha impactado severamente en el sector sanitario, generando cortes significativos y dificultades para mantener el funcionamiento regular de los servicios médicos en Gaza.
La crisis humanitaria en la región se agrava, con un sistema de salud al límite y una población civil atrapada en medio de un conflicto implacable, mientras persisten las tensiones y la falta de recursos esenciales para atender las necesidades médicas básicas.