Una colaboración entre el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza, Quirónsalud y la Universidad Rey Juan Carlos ha permitido desarrollar un estudio pionero que relaciona el arte con la salud emocional. Bajo el nombre Emociones a través del arte, el proyecto ha revelado que elementos como el color y la composición en una obra influyen directamente en las emociones, generando tanto respuestas positivas como negativas.
Esta investigación, iniciada en mayo de 2024, tuvo como propósito identificar cómo el arte puede impactar el bienestar psicológico. A través de un enfoque científico, se estudió a 127 participantes, utilizando tecnologías como el reconocimiento facial, el seguimiento ocular (eye-tracking) y la respuesta galvánica de la piel para analizar reacciones físicas y emocionales frente a 125 obras de arte de distintas épocas.
Los resultados fueron contundentes: pinturas con tonos cálidos y equilibrio compositivo provocan emociones positivas, mientras que obras con contrastes marcados tienden a generar sensaciones más intensas y, a menudo, negativas. Ejemplos destacados incluyen La Cena de Emaús, que invita a la reflexión, y El violinista alegre con un vaso de vino, que despierta emociones más activas, según detalla Diario Las Américas.
El análisis también demuestra que algunos cuadros despiertan exclusivamente emociones positivas, y otros únicamente negativas, lo que sugiere que ciertos elementos visuales tienen una influencia directa en la respuesta emocional, tanto consciente como inconsciente. Las figuras humanas, por ejemplo, capturan la atención más rápidamente y establecen conexiones emocionales más fuertes.
A partir de esta extensa base de datos, que recopila más de 12.700 métricas fisiológicas y autoinformes, se ha desarrollado una experiencia visual interactiva. Esta herramienta permite a cada persona descubrir cómo reacciona emocionalmente ante el arte, impulsando así un proceso de autoconocimiento y promoviendo la salud mental y el bienestar desde un enfoque innovador.