Hoy: 22 de noviembre de 2024
Agentes de la Policía Nacional han detenido en Zaragoza a un peligroso fugitivo buscado por las autoridades españolas por presuntamente estrangular a su pareja. Los hechos por los que se buscaba al fugado, de nacionalidad ecuatoriana, ocurrieron en 2011 cuando éste acabó con la vida de la víctima, con quien tenía dos hijos en común, mediante asfixia mecánica mientras se encontraba durmiendo.
Los agentes lo localizaron en un parque infantil de la ciudad de Zaragoza acompañado de una nueva pareja, motivo por el que realizaron un dispositivo urgente que finalizó con su detención. La investigación se enmarca dentro de la operación Violeta, dirigida a la localización de los fugitivos reclamados por los delitos sexuales de mayor pena en nuestro país.
Las pesquisas se iniciaron el pasado mes de enero cuando los agentes tuvieron conocimiento de la situación de fuga y paradero desconocido del presunto autor de un delito grave de asesinato. El fugitivo, que mantenía una relación sentimental con la víctima, con la que tenía dos hijos en común, urdió un plan para acabar con su vida.
Los hechos por los que se buscaba al fugado ocurrieron en 2011 cuando éste elaboró un plan para acabar con la vida de su pareja, mediante asfixia mecánica, mientras se encontraba durmiendo. Dada la extrema gravedad de los hechos y la peligrosidad del investigado, los agentes iniciaron las pesquisas tendentes a su localización.
Gracias a la cooperación policial internacional, y dada la nacionalidad ecuatoriana del fugitivo, el Bloque de Búsqueda de la Policía Nacional del Ecuador descartó que éste hubiera reingresado en su país durante la huida. Asimismo, confirmó que permanecía todavía oculto en nuestro país.
A raíz de numerosas gestiones policiales, los agentes acreditaron que todo el entorno del investigado continuaba viviendo en la ciudad en la que se cometieron los hechos, si bien cambiaban de domicilio constantemente. Tras varios meses de seguimientos a familiares y personas relacionadas con el fugado, unidos al trabajo de trazabilidad patrimonial de sus movimientos, los agentes pudieron confirmar que residía en algún lugar indeterminado de la ciudad de Zaragoza.
A mediados del pasado mes de junio, el fugitivo fue visto en un parque infantil de la capital aragonesa acompañado de una nueva pareja afectiva. Ante las nuevas informaciones, y frente al riesgo de que esta nueva mujer pudiera correr peligro, se realizó un dispositivo policial urgente.
Días después, los agentes lo localizaron en una zona cercana a uno de los parques infantiles del barrio en el que se le situaba. Dado el gran parecido físico que guardaba con dos de sus hermanos, de similar edad, fue necesario confirmar su identidad a través de diferentes tatuajes. Finalmente, y tras adoptar rigurosas medidas de seguridad –debido a su corpulencia y peligrosidad- fue detenido y puesto a disposición judicial.