Su idea era comer por la cara y lo ha conseguido durante un tiempo. Tras arrastrar nueve detenciones por alimentarse en restaurantes de Zaragoza y negarse a pagar la cuenta, una jueza acordó su inmediato ingreso en el centro penitenciario de Zuera. Ya fue juzgado por algo así en 2017 y se libró de la cárcel, según informa Caso Abierto.
Su última cena sin pagar ascendió a 70 euros. Antonio Miguel Grimal, español de 47 años, fue arrestado a las 23:50, después de que el hostelero llamara a la sala del 091 manifestando que tenía a un cliente en el interior del establecimiento y que este se negaba a abonarla. Cuando la patrulla de la Brigada de Seguridad Ciudadana de la Jefatura Superior de Policía de Aragón se personó en el restaurante situado en la plaza Emperador Carlos V, se entrevistaron con ambas partes.