Hoy: 28 de noviembre de 2024
En su extrema discapacidad, Lenin preguntaba a los leales que le quedaban junto a su silla de ruedas, si consideraban que había perdido el juicio para gobernar… hacía tiempo que gobernaban otros amparados en su sombra.
Más bien tenía que haberse preguntado desde el principio si alguna vez tuvo el juicio necesario para reconocer a la humanidad, no como un pelotón de fusilamiento expuesto al albedrío de su indignidad, sino como una muchedumbre que anhelaba la concordia desde otros pensamientos.
Es imposible entender que haya intelectuales todavía alabando la infinita barbarie del comunismo. Produce miedo saber que siguen esclavizando al pueblo allí donde gobiernan, mientras los dirigentes son ajenos a las obligaciones que imponen. En algunos círculos nuestros ni siquiera se dan cuenta de que, apoyando al comunismo, son ellos los que han perdido el juicio.
Como hombre culto, ecuánime y progresista, su juicio (el del Sr. Hernández) es plenamente acertado . Si se estudiara con honradez la historia veríamos que el siglo XX fue el de los nuevos bárbaros en los dos extremos ideológicos.
Doy por supuesto que la historia no es tal y como nos la han contado y sé que es necesario tener un conocimiento amplio de ella para poder emitir juicios, que no opiniones.
Una vez dicho esto creo que no es correcto hablar de “nuevos Bárbaros en los dos extremos ideológicos”.
Al menos en uno de los supuestos extremos ideológicos lo que se defiende es una organización social sin propiedad privada ni diferencia de clases, donde es el Estado es el que distribuye los bienes de manera equitativa y según las necesidades de la sociedad y eso es algo que no me parece nada bárbaro si no todo lo contrario.
En el otro supuesto extremo lo que se defiende es el privilegio de una parte de la sociedad respecto del resto no reconociendo la igualdad, atribuyéndolo a causas divinas, raciales o sociales y esto si puede sonar un poco cruel, escaso de ética, injusto, segregador… quizá aquí sí puede usarse el término de “bárbaros”
Meter la palabra ideología, barbarie y extremos ideológicos en el mismo vaso solo sirve para hacer una falacia, me explico con dos sencillos ejemplos, la esclavitud y libertad son sencillamente conceptos muy distintos y no extremos ideológicos, al igual que entre justicia e injusticia no hay punto intermedio salvo el de la injusticia.
Muchas gracias al Sr. Hernández por su propuesta para indagar en la historia y al Sr. Gómez por darme pie para poner mi comentario
De acuerdo con José Antonio y Javier, el problema es cuando a eso, en vez de llamarle extrema izquierda, se le llama progresista, se hacen coaliciones políticas que rigen los paises , y sus dirigentes/as dan la vuelta al mundo promocionando Loewe y Llongueras.
Realidad es que el comunismo produjo más muertes que el otro extremo, que por supuesto fueron indignantes, pero en su perfecta estrategia taparon las mismas con visillos y persianas de colores que ocultaba la realidad, inundaban la Libertad y el pensamiento con doctrinas falaces y totalitarias, nadie formado puede creer, a pesar de aquellas cortinas del aislamiento y mentira, que, en modo alguno pretendieron buscar el bien del pueblo si no el poder y el dominio de sus directorios chupando la sangre del proletariado, al que suponían proteger. Y así siguen.