Hoy: 22 de noviembre de 2024
El Observatorio Europeo de Drogas y Toxicomanías (OEDT) ha alertado de un aumento del consumo ilegal de óxido nitroso, conocido como ‘gas de la risa’ entre los jóvenes. Este tiene una disponibilidad generalizada en el mercado, ya que tiene diversos usos médicos, industriales, comerciales y científicos legítimos, y además, su precio es bajo.
“Sus efectos de corta duración y la percepción general de los consumidores dan la imagen de una droga relativamente segura”, afirma el informe ‘Recreational use of nitrous oxide: a growing concern for Europe’, que señala los riesgos y daños asociados a esta droga, que ahora está ampliamente disponible, es barata y popular entre algunos jóvenes.
“A medida que ha ido aumentando el número de personas que utilizan óxido nitroso, también ha aumentado el número de intoxicaciones”, señala el informe. Estas intoxicaciones, aunque siguen siendo relativamente pequeñas en número, tienden a asociarse a un consumo más intenso o frecuente. El informe muestra un aumento pequeño pero significativo en las notificaciones de intoxicaciones a centros de información toxicológica.
Otros motivos de preocupación son las quemaduras por frío (congelaciones causadas por la exposición al óxido nitroso que se libera a bajas temperaturas) y las lesiones pulmonares, causadas normalmente por los cilindros más grandes debido a las altas presiones. Además, los accidentes de tráfico en los que está implicado el consumo previo del gas también han aumentado significativamente en al menos un país (los Países Bajos).
Por lo tanto, recuerda que “es importante evitar normalizar y promover involuntariamente su consumo. Es necesario realizar intervenciones específicas e investigar más para aumentar nuestro entendimiento de los riesgos y así reducir los daños”. “Nuestra comprensión del consumo, de los riesgos y de las respuestas más eficaces es limitada, en parte porque este nivel de consumo recreativo es relativamente nuevo”, afirma el informe.
El óxido nitroso se usa como aditivo alimentario a anestésico en medicina; y desde hace más de 200 años también se consume por sus efectos psicoactivos, entre los que se incluyen sensaciones de euforia, relajación y disociación. En este contexto, es necesario reforzar el monitoreo del óxido nitroso y seguir investigando en ámbitos como la epidemiología, la farmacología, la toxicología, la oferta y la efectividad de los tratamientos y respuestas.
El informe señala que “se ha desarrollado una cadena de suministro rentable y en expansión, en la que tiendas especializadas en Internet promocionan directamente el gas para su uso recreativo y lo ofrecen bajo el pretexto de su uso para fabricar nata batida”.