Hoy: 24 de noviembre de 2024
El gaseoducto Nord Stream 2, la principal fuente de energía no renovable entre Rusia y el resto de Europa, continúa siendo objeto de polémica después del parón que sufrió el pasado mes de julio. Este viernes, la Fiscalía sueca ha asegurado tener pruebas de que las explosiones fueron producto de un sabotaje.
Sin embargo, el fiscal a cargo de la investigación, Mats Ljungqvist, corroboró la existencia de “rastros de explosivos y objetos extraños” en los análisis realizados, la mayor parte vía satélite. “La investigación preliminar es muy compleja y extensa”, señala. “Si se podrá encontrar un sospechoso concreto del crimen, lo deberá mostrar la investigación”.
En los últimos meses han circulado todo tipo de sospechas sobre el presunto responsable de las explosiones. La mayoría giraban en torno a Rusia, quien habría boicoteado el suministro de gas con el objetivo de achacarle la responsabilidad a Ucrania y contar así con un motivo de peso para continuar su invasión ilegal.
Desde Moscú, la versión es bien distinta. El presidente ruso, Vladimir Putin, calificó en su momento el atentado como “terrorismo internacional” y apuntó a Polonia, Ucrania, Estados Unidos y Gran Bretaña como supuestos verdugos.