Hoy: 30 de enero de 2025
El abismo del mal
Si Dios cupiera en nuestro entendimiento sería un Dios razonable, es decir, un Dios más pequeño que nosotros que, al ser inferior, no nos serviría de mucho. Cientos de libros hay que exigen de Dios un determinismo impropio de la libertad que nos ha otorgado. Marionetas no somos, sino hijos, y libres: la elección del mal es una servidumbre de esa libertad que Él quiso depositar en nuestras manos.
“Aclarando” el misterio, en el capítulo tres de su carta a los Efesios, San Pablo nos advierte que “el amor de Dios supera todo conocimiento”… vano sería de nuestra parte encontrar resultados en lo inconcebible.
Sí, es cierto, Auschwitz nos precipita en el abismo del mal hasta el extremo de sentir un demonio irreversible que sembró venenos crueles en el amor de nuestra historia reciente. Desde el ángulo humano, sinceramente creo que a Dios le habrá “costado trabajo” perdonar a estos monstruos si es que tuvieron un tiempo para arrepentirse.
Me llevaron a Auschwitz a la fuerza. No estuve ni estoy preparado para soportar tal tiranía… Mejor no preguntarle a Dios si pudo ser Dios teniéndolos enfrente.
pedrouve
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Una frase que antiguamente decían nuestros mayores.
¡Que Dios no te mande todo lo que puedas soportar!
Prefiero no desglosar todo… Y quiero centrarme en su infinita misericordia.
Cuando hemos vivido mucho, aprendiendo y «desaprendiendo»es mucho mejor
dejarnos llevar, en las manos de quien nos «colocó» en este mundo que creó, para
experimentar todo, tristezas y alegrías, para eso creó un mundo maravilloso y nos dió la fuerza para que podamos soportar, lo que venga.
Creer es nuestro pasaporte a la vida, después de la muerte
Y es, la mejor herencia recibida de nuestros padres y bendecida por Dios.
Poco afortunada la expresión «Si Dios existiera no permitiría el mal…». Sin embargo en ese mal solo se encuentra la voluntad del hombre, es decisión y responsabilidad exclusiva suya. Como dice el autor no nos puede interesar un Dios que nos determine de forma absoluta. Nacemos inicialmente iguales y libres. La desigualdad nos viene posteriormente dada.
Soy de las que cree, y puedo dar fe, que una fuerza superior nos dirige, en todos nuestros actos, buenos y malos.
Me resulta mucho mas dificil no creer.
Muchos continuamos viviendo gracias a esa fuerza invisible que nos obliga a continuar a pesar de todo…
Un saludo.