El arte de predicar

11 de julio de 2024
1 minuto de lectura
Una misa en una iglesia de Córdoba. | Flickr

En las Facultades de Teología suele darse una asignatura, Introducción a la Homilética, que planta las bases para una predicación digna y provechosa. Con permiso de los curas, creo que han de tenerse en cuenta puntos esenciales antes de dirigirse a los fieles: Primero, no olvidar que el protagonista de la palabra es Jesucristo. Segundo, conocer la exégesis, el contexto y la valoración de la Iglesia sobre la liturgia que corresponda. Tercero, preparar en oración y estudio el discurso que ha de entenderse, vivirse y aplicarse en la vida del que escucha. Y cuarto, saberlo decir.

Porque, además de todo esto, hablar es un arte en el que concluyen los arabescos de la palabra, el colorido de la intención, la traslación de un veraz convencimiento y saber encontrar la mirada cómplice en quien espera más luz. Puede que se precisen más componentes, quizá sea suficiente con éstos.

El papa Francisco pide a sus curas homilías cortas, antes de que la gente se duerma. Yo creo que la gente bosteza, no porque sea largo el sermón, sino por lo insustancial de qué y del cómo. La vocación llena de sangre los labios y la gente se da cuenta de quien trasmite o de quien cubre un expediente. Si las homilías son buenas en este sentido, los oyentes no miran el reloj ni estudian el polvo de las lámparas.

pedrouve

2 Comments

  1. En muchas ocasiones, una homilía corta llega más a los feligreses con palabras de esperanza sin mezclar la política, que se cuela por las rendijas y de la que muchos , renegamos.
    Gracia a esos sacerdotes que su máxima es darnos la mano y llevarnos al camino de la verdad . Esa única verdad que es lograr tener más, mucha mas Fe para conseguir, una Esperanza firme.

  2. Sería necesario un buen tratado sobre discursos y exposiciones para que abarcará todo lo que de forma tan breve y amena refiere Pedrouve en su Candil. Aplicable también a cualquier otra faceta que implique exponer un razonamiento frente a un público, aunque este mire hacia nuestro propio lado. Efectivamente exponer dialécticamente es un arte. Nadie puede ser convencido si el que transmite no lo está previamente y si el mensaje no llega como debiera. Un artículo provechoso que guardaré porque seguro en un futuro tendré que volver a consultarlo.

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