Desafina, que algo queda

31 de mayo de 2024
1 minuto de lectura
Francisco Camps

Recuerda Ángeles Caso que “a Verdi le gustaba plantar un árbol por cada una de sus óperas estrenadas. Plantó un alegre plátano por el triunfo de Rigoletto. Un soberbio roble por el de Il Trovatore. Pero por La Traviata puso un triste sauce llorón… Aquel hombre acostumbrado a los éxitos clamorosos desde el comienzo de su carrera tuvo que soportar no sólo los pateos y los silbidos, sino las carcajadas burlonas con las que el público de La Fenice acogió el estreno de su ópera más hermosa. Y, sin embargo, ni las protestas ni las risas pudieron con su inmensa seguridad. Sabía que la obra era buena, y nada ni nadie logró convencerle de lo contrario”.

Después de catorce años con el sauce llorón colgado a las espaldas, Francisco Camps ha sido por fin absuelto de los cargos que se le imputaban por pura arbitrariedad. Hay otros casos parecidos que, como no se ajustan al veredicto a las conveniencias políticas, se manda a revisar todo nuevamente hasta intentar que salga lo que perversamente algunos desean… Da vergüenza, miedo y pena vivir en un País donde, según quien te toque, tus hazañas pueden ser heroicidades o escándalos: la orquesta está disponible para tocar cualquier instrumento, aunque desafine.

pedrouve

Responder

Your email address will not be published.

No olvides...

Las maletas de Delcy

Escipión dejó muy claramente dicho que su mayor dolor era entenderlo todo

La ordenación

En ocasión cercana visité nuevamente la hermosa catedral de Jaén

Largo me lo fiáis

Esta frase tan conocida, con pequeños matices, aparece en El Burlador de Sevilla, de Tirso de Molina y en nuestro

El té de las cinco

Los secretos se llaman así porque son vivencias que se ocultan a la voracidad de los curiosos. Los profesionales de