Hoy: 22 de noviembre de 2024
Con la llegada de los meses de otoño e invierno empiezan a circular los virus respiratorios y con ellos, la duda de si lo que tenemos es COVID, la gripe o un resfriado común. Dada la similitud de los síntomas (fiebre, dolor de garganta, tos, mucosidad…) es realmente complicado distinguir entre un tipo de infección u otro en los primeros días. Sin embargo, a partir de ahora podremos salir de dudas rápidamente, gracias a las pruebas de antígenos que se han empezado a comercializar en las farmacias españolas, que permiten distinguir entre una infección por SARS-CoV-2 o por el virus de la gripe A o B.
En 2021, la libre disponibilidad de los test de antígenos para el SARS-CoV-2 cambió radicalmente el control de la pandemia de COVID-19. Resultaron de gran utilidad para aislarnos si teníamos síntomas o si habíamos estado en contacto con algún positivo, pudiendo hacer un autoseguimiento sin necesidad de asistir al centro médico y colapsarlo más de lo que ya estaba.
Por ello, la incorporación de los test combinados para gripe y COVID, pretende servir de igual manera para controlar la gripe, cuya temporada comienza cada mes de octubre y alcanza su punto álgido en el mes de enero. De hecho, también puede detectar coinfecciones por ambos virus.
Tal y como índica la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), estos test combinados son de venta exclusiva en farmacias y no se deben adquirir por otros canales, igual que los tradicionales. Además, cumplen con los mismos estándares comunes europeos, priorizando el mínimo de especificidad del 98% y sensibilidad del 90% para la detección del SARS-CoV-2.
En cuanto al precio, según la legislación española actual, todos los test de antígenos del SARS-CoV-2 que se comercializan en España no pueden tener un precio superior a los 2,94 euros. Además, también seguirán el mismo funcionamiento que los test simples de COVID-19, donde deberemos tomar una muestra de las mucosas de la nariz, que introduciremos en un tubo que contiene los reactivos necesarios para la prueba y que, pasado un tiempo, según indique en las instrucciones del fabricante, verteremos en el “casete” donde se encuentra la tira de reacción.
Para leer los resultados de manera correcta, deberemos ver marcada la línea de control (C). Después, aparecerán tantas rayas marcadas (T) como virus positivos se encuentren en la muestra.
Esta medida llega de cara a un otoño-inverno que los virólogos prevén más complicado que antes de la pandemia debido a la relajación de las medidas anti-COVID, según señala en su comunicado Stratton, primer importador y distribuidor que ha registrado este tipo de test en la AEMPS.