Hoy: 23 de noviembre de 2024
El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, ha intervenido este jueves en la reunión anual de la ONU, donde ha pedido a los presentes que Rusia sea castigada por la invasión ilegal, a la que su presidente, Vladimir Putin, sigue insistiendo en llamar “operación militar especial”. El castigo incluiría, según el mandatario, que se declarara al gigante europeo estado patrocinador del terrorismo y que se le juzgara debidamente en un tribunal especial creado a tal efecto.
No obstante, la solicitud de Zelenski cuenta con un flagrante agujero. El país que preside Putin es uno de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU, lo que le garantiza un escaño sin necesidad de rotación y le otorga derecho a veto. El dirigente ucraniano ha dejado caer que había previsto esa posibilidad. “Mientras el agresor forme parte del proceso para tomar decisiones en los organismos internacionales, debe ser aislado de las mismas. No le dejéis votar. Quitadle su derecho a veto. Retirad los derechos a su delegación”, ha sugerido.
La sala de reuniones enmudeció por unos instantes. El escepticismo se instaló entre los asistentes hasta que el exministro de Exteriores español, Josep Borrell, aventuró que “se debería plantear” la idea. Fue el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, quien dio un puñetazo sobre la mesa. “Ha llegado la hora de que esta institución se haga más inclusiva para que pueda responder mejor a las necesidades del mundo de hoy”. El inquilino de la Casa Blanca se refería precisamente a la reforma del Consejo de Seguridad. “Estados Unidos apoya aumentar el número de miembros, tanto permanentes como no permanentes”.
Para que las medidas de Zelenski puedan ponerse en marcha, se hace necesaria una reforma que despoje a Rusia de sus privilegios en la diplomacia internacional. Por ello, Biden también ha sugerido “refrenar el uso del derecho a veto” por parte de los cinco miembros permanentes, a saber: Estados Unidos, Rusia, China, Francia y Reino Unido, y limitarlo tan solo a “raras y extraordinarias situaciones” con el objetivo de salvaguardar su credibilidad.
Finalmente, el presidente ucraniano ha apelado a la elaboración de una “fórmula de paz” y ha alertado sobre la urgencia de encarrilar inmediatamente dicha iniciativa. “Las amenazas nucleares de Putin no son un farol”. Ha ilustrado su ejemplo aludiendo a varios misiles que han impactado sobre la localidad de Zaporiyia. “Eso les convierte a todos ustedes en objetivo”, ha remarcado.