Preparado ya para morir, Tony Perkins recibió a un periodista que le preguntó con evidente morbo: “¿De qué se arrepiente usted en la vida?” El actor se le quedó mirando antes de responderle con un cierto desprecio:
-Me arrepiento de haberle dado importancia a las cosas que no tienen importancia.
Miles de muertos y heridos en la guerra de Oriente Medio; aterrorizados en Ucrania, en Senegal; devastada la humanidad prisionera de injusticias; cientos de emigrantes a diario cruzando las fronteras de Europa para sobrevivir… y a nuestros gobernantes no se les ocurre otra cosa que pedir la inclusión del catalán como otro idioma de derecho en la Unión Europea. Sólo porque se necesitan votos para mantenerse en el sillón de la Presidencia.
Vergüenza tengo por semejante disparate, por sentirme sometido a la tiranía del absurdo. Tan ridículos me parecen los que proponen como los que escuchan la propuesta. Termino sintiéndome como Cernuda: un buen español sin ganas.