El régimen de Venezuela ha llevado a cabo una represión sistemática contra la prensa, cerrando más de 400 medios de comunicación desde 2007 hasta la fecha. Así lo denunció el Colegio Nacional de Periodistas (CNP) a través de su cuenta en X, alertando sobre la creciente censura en el país.
Además del cierre de medios, la persecución a los trabajadores de la prensa continúa con al menos 12 periodistas detenidos arbitrariamente. Entre ellos se encuentra Julio Balza, miembro del equipo de prensa del Comando con Venezuela, cuya liberación ha sido exigida por el CNP, según detalla Diario Las Américas.
La represión ha aumentado tras las protestas por fraude electoral el 28 de julio, cuando varios periodistas que trabajaban con la líder opositora María Corina Machado fueron arrestados por la policía política del régimen.
El cierre de medios históricos no se ha detenido. Esta semana, Radio Mundial, una emisora con 70 años de trayectoria en San Cristóbal, fue sacada del aire por orden de la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel). Según la ONG Espacio Público, más de 200 emisoras de radio han sido clausuradas desde que el chavismo asumió el poder en 1999.
La censura también se ha acompañado de ataques directos. En 2019, hombres encapuchados y armados intentaron ingresar a Radio Mundial, amenazando a su personal. Un año antes, desconocidos sabotearon su torre de transmisión. Estos hechos, según el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa (SNTP), evidencian un intento deliberado del gobierno por silenciar a los medios de comunicación.
Las detenciones arbitrarias de periodistas siguen siendo una preocupación internacional. Reporteros Sin Fronteras (RSF) ha instado al régimen a liberar a todos los comunicadores encarcelados y a retirar los cargos contra aquellos que fueron excarcelados con restricciones. La organización denunció que desde las elecciones del 28 de julio de 2024, la represión ha aumentado, con al menos nueve periodistas detenidos por ejercer su labor.
El control sobre la prensa en Venezuela no solo afecta la libertad de expresión, sino que también restringe el derecho de la ciudadanía a estar informada. Mientras el mundo observa, la represión sigue cobrando víctimas en el periodismo venezolano.