Hoy: 23 de noviembre de 2024
La compañía farmacéutica Pfizer y su vacuna frente a la COVID-19 han vuelto a causar revuelo entre periodistas y diputados en una comisión del Parlamento Europeo de este pasado lunes.
El eurodiputado ultraderechista Robert Roos, miembro del Parlamento Europeo, consiguió desatar el caos en redes tras subir un vídeo a Twitter con la respuesta de la directiva de Pfizer a su pregunta: “¿Se testó la vacuna Pfizer contra el contagio y transmisión del Covid antes de que entrara en el mercado? Si la respuesta es no, por favor dígalo claramente. Si es sí, ¿está dispuesta a compartir los datos con el comité? Quiero una respuesta directa, es lo que estoy buscando. Muchas gracias”, pidió.
“Respecto a la cuestión de si sabíamos si nuestra vacuna contra la transmisión de la Covid era efectiva antes de que entrara al mercado, no, no lo sabíamos. Teníamos que movernos a la velocidad de la ciencia para entender lo que estaba ocurriendo en el mercado de las vacunas“, respondió una directiva de la farmacéutica presente en la sesión.
Ante estas palabras, el eurodiputado aprovechó para calificar la situación de “escandalosa”, alegando que todo lo que se dijo sobre las vacunas y sus correspondientes dosis ha resultado ser un sin sentido. Asimismo, Robert Roos publicó un post en su cuenta oficial de Twitter denunciando este incidente y señalando que, por tanto, “todo ha sido una gran mentira“.
En dicho vídeo, Roos declaraba lo siguiente: “En una comisión sobre la COVID en el Parlamento Europeo, una de las directoras de Pfizer acaba de admitirme que la vacuna nunca había sido testada para frenar la transmisión del virus. Esto elimina completamente la base legal para el pasaporte Covid. El pasaporte Covid que ha permitido una discriminación institucional masiva haciendo que la gente perdiera acceso a ámbitos esenciales de la sociedad. Me parece que esto es chocante, incluso criminal”.
Asimismo, después de estas palabras se puede apreciar en el vídeo el fragmento de la intervención donde se le pregunta a la directiva de Pfizer sobre si las vacunas fueron testadas o no antes de venderlas. Para concluir, Roos señala lo siguiente: “Esto es un escándalo. Millones de personas en todo el mundo fueron forzadas a vacunarse por el mito de que había que hacerlo ‘por los demás’. No, esto ha resultado ser una mentira barata. Esto tiene que ser expuesto. Por favor, compartan este vídeo”.
🚨 BREAKING:
— Rob Roos MEP 🇳🇱 (@Rob_Roos) October 11, 2022
In COVID hearing, #Pfizer director admits: #vaccine was never tested on preventing transmission.
“Get vaccinated for others” was always a lie.
The only purpose of the #COVID passport: forcing people to get vaccinated.
The world needs to know. Share this video! ⤵️ pic.twitter.com/su1WqgB4dO
Para poder contextualizar correctamente las palabras de la directiva de Pfizer y ver que en realidad no se trata de ningún escándalo, primero se debe conocer el proceso de desarrollo y comercialización de las vacunas.
El procedimiento generalizado para comercializar cualquier fármaco se puede llegar a demorar años, en la mayoría de los casos. Son necesarios diversos estudios de eficacia y seguridad que permitan poder distribuir con todas las garantías cualquier producto farmacéutico a la población. Sin embargo, debido a la gravedad de la pandemia de COVID-19, el desconocimiento de la situación y la novedad que suponía este nuevo virus para las autoridades científicas y sociales, el proceso de aprobación de las vacunas frente al SARS-CoV-2 se realizó con más rapidez que en cualquier situación anterior.
Por todos estos ensayos pasó con éxito la vacuna de Pfizer -y las demás comercializadas hasta el momento-, hasta llegar a la validación oficial por parte de las Agencias Reguladoras del Medicamento más importantes, como puede ser la europea (EMA) o la americana (FDA), que permitió su adquisición por parte de la gran parte de los países de todo el mundo. Cabe señalar que estas agencias son organismos públicos que velan por el bienestar de la población y, por lo tanto, son independientes de los intereses privados de las farmacéuticas.
Los datos publicados, de acceso público para todo el mundo, demostraban que la vacuna apenas producía efectos secundarios y que reducía drásticamente el número de muertos e ingresos graves, por lo que resultaba segura y eficaz frente a la enfermedad.
Sin embargo, el titular dado por la directiva de Pfizer es más que realista, ya que los investigadores no hicieron un estudio concreto de la actividad esterilizante de la vacuna, es decir, la capacidad que podría tener una vacuna para evitar que el virus entre en nuestro organismo. Este ensayo no se llevó a cabo dado que la situación de emergencia epidemiológica no permitía realizarlo con las suficientes garantías para los participantes, puesto que, como hemos dicho, el virus no se había estudiado con anterioridad en humanos.
Desde el momento de su aprobación se sabía que esta vacuna no evitaba la infección con el virus, pero sí el desarrollo de una Covid grave o la muerte, que era la principal premisa en aquellos meses iniciales de pandemia donde morían miles de personas al día en todo el mundo. Asimismo, también es evidente que la inoculación de la vacuna podría haber ayudado a reducir la transmisión del virus, puesto que la carga viral circulante se ha visto disminuida gracias a este suero.
Teniendo en cuenta esto, es fácil encontrar una explicación lógica a las palabras de la directiva de Pfizer en el Parlamento Europeo, ya que haber declarado cualquier otra cosa habría carecido de realismo y no habría cumplido ningún criterio científico. Sin embargo, las palabras del eurodiputado simplemente van dirigidas a menospreciar la utilidad evidente que ha tenido la campaña de vacunación frente a la COVID-19.
La pandemia evolucionó muy rápido, y con ella tuvo que avanzar la ciencia para poder paliar los efectos de un nuevo virus desconocido para la humanidad. Es bien sabido por todos que los beneficios de la administración de las vacunas COVID para la población mundial han sido enormes, ya que han conseguido su mayor objetivo, que era salvar miles de vidas.