Hoy: 22 de noviembre de 2024
Este fin de semana han saltado las alarmas en Ankara cuando las autoridades turcas han ordenado encallar un buque de grandes dimensiones, el Zhibek Zholy, que se dirigía a Oriente Medio con un cargamento de trigo.
El buque partió de Berdiansk con 7.000 toneladas de trigo, de las que se sospecha que hasta 4.500 podrían pertenecer a las arcas ucranianas. El Gobierno turco justifica sus temores alegando que “era La primera embarcación que salía de Berdiansk después de la invasión” e insistiendo en la voluntad que Putin expresó antes de la invasión acerca de exportar grano a Oriente Medio.
Sobre el acontecimiento se han esgrimido dos posturas diferenciadas. Por un lado, la del Kremlin, que ha desmentido todas las acusaciones y ha negado rotundamente el supuesto robo. Por otro, la del ministro de Exteriores de Austria, Alexander Schallenberg, que ha señalado a Rusia como la única culpable y ha tildado la requisa de grano a Ucrania de “comportamiento vergonzoso”, aunque poco después ha añadido que “No está escrito en el grano a quién pertenece”, por lo que las investigaciones deberán prolongarse durante unos días.