El cigarrillo electrónico no solo no ayuda a dejar de fumar, sino que está asociado a una mayor dificultad para abandonar el tabaco, según un estudio de la Universidad de California en San Diego. La investigación, publicada en el Journal of American Medical Association, concluye que los fumadores que vapean a diario tienen un 4,1% menos de probabilidades de cesación tabáquica en comparación con aquellos que no usan vapeadores.
Los resultados del estudio refutan la idea de que los cigarrillos electrónicos pueden ser una herramienta efectiva para dejar el tabaco. La presidenta de Nofumadores.org, Raquel Fernández Megina, ha insistido en que “vapear es fumar” y que este hábito perpetúa la adicción a la nicotina, manteniendo el gesto del consumo y dificultando un intento real de abandono del tabaco.
Según los datos analizados de más de 6.000 fumadores estadounidenses, incluidos 943 consumidores de cigarrillos electrónicos, la investigación confirma que estos dispositivos no son inofensivos. Aunque no contienen las mismas sustancias tóxicas que el tabaco tradicional, su consumo no está exento de riesgos, especialmente en fumadores duales.
El estudio también ha relacionado el vapeo con un mayor riesgo de cáncer de pulmón, multiplicando por cuatro la probabilidad de desarrollar la enfermedad en personas que combinan tabaco y cigarrillo electrónico. Esta tendencia preocupa aún más si se observa el crecimiento del vapeo entre jóvenes. Según la encuesta EDADES 2024, el 54,6% de los adolescentes de 14 a 18 años ha usado cigarrillos electrónicos en alguna ocasión, un incremento preocupante en comparación con años anteriores.
Desde Nofumadores.org exigen al Ministerio de Sanidad la realización de un estudio similar en España y la aplicación de medidas más restrictivas contra estos productos, cuyo auge se debe, en parte, a una agresiva estrategia de marketing por parte de la industria de la nicotina.
Más de la mitad de los adolescentes han probado el cigarrillo electrónico, una tendencia alarmante que refleja el impacto de las estrategias de la industria del vapeo. Según la encuesta EDADES 2024, el 54,6% de los jóvenes de entre 14 y 18 años ha usado cigarrillos electrónicos en alguna ocasión, un porcentaje significativamente superior al de años anteriores. La normalización del vapeo entre los más jóvenes está impulsada por campañas publicitarias atractivas, sabores llamativos y la falsa percepción de que es una alternativa segura al tabaco.
Desde Nofumadores.org, advierten que el cigarrillo electrónico no es solo una moda pasajera, sino una puerta de entrada al consumo de nicotina que puede derivar en adicción a largo plazo. Por ello, instan al Ministerio de Sanidad a tomar medidas urgentes para restringir su acceso, regular su comercialización y lanzar campañas de concienciación que frenen su expansión entre las nuevas generaciones.