La verdad sobre la miel, el agave y otros azúcares naturales

5 de noviembre de 2025
1 minuto de lectura
The New York Times

Las autoridades sanitarias recomiendan limitar el consumo diario de azúcares añadidos a menos de 50 gramos

El azúcar está presente de forma natural en frutas, verduras y plantas, y aunque tiene la misma composición química que el azúcar añadido, su efecto en el cuerpo es diferente. Los azúcares naturales vienen acompañados de fibra, agua y otros nutrientes que ralentizan su absorción, evitando los picos bruscos de glucosa en sangre. En cambio, los azúcares añadidos, como los que se encuentran en refrescos o productos procesados, ingresan rápidamente al torrente sanguíneo y pueden causar desequilibrios metabólicos.

El consumo excesivo de azúcares añadidos, según recoge The New York Times, se asocia con una menor sensibilidad a la insulina, un factor que puede conducir a la diabetes tipo 2. Además, el hígado convierte parte del exceso de azúcar en grasa, contribuyendo a la enfermedad hepática esteatósica y elevando el riesgo de infartos y accidentes cerebrovasculares. Por estas razones, las autoridades sanitarias recomiendan limitar el consumo diario de azúcares añadidos a menos de 50 gramos, y aún menos según la Asociación Americana del Corazón.

En cuanto a los edulcorantes “naturales” como la miel, el jarabe de maple o el néctar de agave, los expertos señalan que, aunque su origen sea más natural, el cuerpo los procesa igual que el azúcar refinado. Su consumo excesivo también puede tener efectos negativos en la salud, ya que el organismo no distingue su procedencia y los transforma en las mismas moléculas básicas de glucosa y fructosa.

Beneficios específicos

Algunos estudios han intentado demostrar beneficios específicos de ciertos endulzantes naturales, pero muchos han sido financiados por la propia industria, lo que genera dudas sobre su objetividad. Investigaciones independientes, como una de 2015, no hallaron diferencias significativas entre la miel, el azúcar común o el jarabe de maíz en cuanto a sus efectos sobre el metabolismo, lo que sugiere que ninguno es realmente “más saludable” que otro.

Finalmente, los especialistas recomiendan moderar el consumo tanto de azúcares añadidos como de edulcorantes artificiales. En lugar de buscar sustitutos, proponen satisfacer el gusto por lo dulce mediante alimentos naturalmente dulces y nutritivos, como frutas o verduras asadas. Y si se desea un toque de dulzor adicional, pequeñas cantidades de miel o chocolate negro pueden ser alternativas equilibradas dentro de una dieta saludable.

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