Hoy: 28 de noviembre de 2024
Contaba Lola Flores con su gracejo inimitable, las “fatiguitas” que pasó con toda la familia en sus principios de Madrid, hasta que le ofrecieron un contrato en América y allí se fue, con todos los suyos, a sostener la aventura del triunfo.
A la hora de hacer el equipaje, cada uno se llevó lo que pudo: el cabeza de familia, Pedro, un pájaro dentro de su jaula; la madre, una tabla de lavar y, entre todos, algunas botellas de aceite. Me los imagino felices entrando en el barco, cada cual con lo suyo, seguros de sobrevivir si lo demás le faltaba.
Con el pájaro, recordarían mil veces que la libertad tiene siempre una jaula que disimula la abundancia. La tabla de lavar es el símbolo de que buscamos continuamente para el alma la limpieza estable con la que sueña. Y el aceite, para que nunca se acabe el sabor de España en los platos diferentes de la vida.