España ha dicho adiós —al menos por ahora— a la sequía de larga duración que arrastraba desde hace años. Lo hace gracias a una primavera extraordinariamente lluviosa, la quinta más húmeda desde 1961 y la tercera más lluviosa del siglo XXI, según ha confirmado este jueves la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).
En total, la Península ha recibido 279 litros por metro cuadrado (l/m²) entre marzo y mayo, lo que supone un 151% del valor medio habitual. Un alivio tras años de déficits hídricos acumulados. Pero, como ha advertido el portavoz de Aemet, Rubén del Campo, esta salida es aún incipiente: “Es una salida por los pelos. No debemos bajar la guardia nunca en España cuando se trata del agua”, según una información publicada en Europa Press.
Las lluvias no solo han bañado la Península. También Baleares y Canarias han vivido una primavera especialmente húmeda. En el caso del archipiélago canario, se trata de la primavera más lluviosa del siglo XXI, con registros que duplican la media habitual.
Por meses, marzo fue clave. Fue el tercer marzo más lluvioso de toda la serie histórica, solo superado por 2013 y 2018. Abril también resultó más húmedo de lo normal y mayo presentó valores dentro de lo esperado. En conjunto, una estación determinante para revertir, aunque parcialmente, el estrés hídrico nacional.
El centro y el sur del país han batido registros históricos. En el Puerto de Navacerrada, se recogieron 950 l/m² en primavera, superando en más de 200 litros el anterior récord. En el Parque del Retiro de Madrid, los pluviómetros marcaron 418 l/m², un valor más cercano al de todo un año completo en condiciones normales.
Estos datos evidencian la magnitud de las lluvias que han contribuido a aliviar los embalses, mejorar los suelos agrícolas y frenar la progresión de los incendios forestales. Sin embargo, los expertos insisten en la vulnerabilidad estructural de España frente a la escasez hídrica, especialmente en un contexto de crisis climática y mayor irregularidad en las precipitaciones.
Pese al optimismo que puedan generar estos datos, la Aemet mantiene un tono prudente. El riesgo de volver a una situación de sequía es real si las próximas estaciones no mantienen un nivel adecuado de lluvias. Además, recuerdan que las lluvias primaverales, aunque generosas, no compensan totalmente la sequía meteorológica acumulada durante años anteriores.
“Gestionar bien el agua sigue siendo prioritario”, insistió Del Campo. España recibe lluvia de forma desigual en el tiempo y el espacio, y esa tendencia se acentuará con el cambio climático. La primavera de 2025 puede haber dado un respiro, pero la sequía estructural aún no se ha ido del todo.