La tragedia ocurrida en aguas de Indonesia ha dado un nuevo paso. Las autoridades locales han confirmado el hallazgo del cuerpo sin vida de una niña de 12 años, que podría corresponder a una de las menores españolas desaparecidas tras el naufragio de una embarcación turística en la zona de Labuan Bajo, cerca del Parque Nacional de Komodo. La noticia ha generado una profunda conmoción entre los familiares y ha reavivado la preocupación por el resto de personas que aún no han sido localizadas.
El cuerpo fue encontrado en aguas próximas a la isla de Padar, a una distancia aproximada de una milla náutica del punto donde se cree que se hundió el barco a motor Putri Sakinah. Fueron vecinos de la zona quienes alertaron a los servicios de emergencia tras el avistamiento, lo que permitió una rápida intervención del equipo de rescate.
Los equipos trasladaron a la menor al Hospital Regional de Komodo, donde los forenses trabajan para confirmar oficialmente su identidad. Durante todo el proceso, la familia ha permanecido presente. Acompañan con entereza un momento de enorme dolor. Aunque las autoridades insisten en actuar con cautela, los primeros indicios apuntan a que se trata de una de las niñas españolas que viajaban con su familia.
El hallazgo se produjo el mismo día en que las autoridades decidieron ampliar la zona de búsqueda. Esta medida resultó clave para avanzar en la localización de las víctimas. El impacto emocional ha sido inmediato, tanto para los familiares como para los equipos de rescate, que continúan trabajando en condiciones difíciles, según Europa Press.
Las tareas de búsqueda siguen activas. Aún hay tres personas desaparecidas, entre ellas el entrenador del Valencia CF Femenino B, Fernando Martín, y dos menores más. Las autoridades han confirmado que los operativos continuarán durante toda la semana, con apoyo marítimo, aéreo y terrestre.
La familia se encontraba de vacaciones en una zona muy visitada por turistas. Sin embargo, las condiciones del mar pueden cambiar con rapidez. Según los primeros informes meteorológicos, el naufragio pudo producirse por oleaje intenso provocado por un empeoramiento del tiempo. Además, los investigadores estudian un posible fallo mecánico. El motor habría perdido potencia antes de que las olas golpearan la embarcación.
Este suceso ha vuelto a poner el foco en la seguridad de las rutas marítimas turísticas. También recuerda la importancia de extremar las precauciones, incluso en destinos considerados seguros. Mientras tanto, las familias esperan noticias con esperanza y dolor, apoyadas en el trabajo constante de los equipos de rescate.
La confirmación definitiva de la identidad de la menor marcará un momento decisivo. La tragedia ya ha dejado una huella profunda, tanto en Indonesia como en España.