La celebración de la Navidad ortodoxa iba a traer paz durante el fin de semana entre las dos naciones, sin embargo, Putin ha roto su propia promesa
En vista de la celebración de la Navidad ortodoxa el día 7 de enero, el pasado jueves el presidente ruso Vladimir Putin instauraba un cese al fuego durante este fin de semana, siguiendo las plegarias del Patriarca de la Iglesia Ortodoxa Rusa. Sin embargo, Ucrania tomaba la decisión con desconfianza en vista del incumplimiento de las fuerzas rusas a las mimas medidas durante el 25 de diciembre y con razón porque este fin de semana, Rusia ha lanzado ataques en toda Ucrania, matando al menos a dos civiles, rompiendo su propia promesa.
Los ataques se produjeron cuando Estados Unidos anunció que enviaría a Ucrania otros 3.750 millones de dólares en armas, además del envío de vehículos blindados Bradley conocidos como “asesinos de tanques”. Asimismo, el presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskiy, elogió la ayuda de EE. UU. como “exactamente lo que se necesita”.
La Navidad en medio de una guerra
A pesar de la gravedad de la situación, el pueblo ucraniano se reunió en el monasterio Pechersk Lavra con el acuerdo del gobierno de Ucrania , para celebrar una misa navideña cargada de simbolismo en el edificio que tiene más de 1000 años de antigüedad y es uno de los lugares religiosos más importantes de Kiev.
Recientemente independizada de la influencia De la Iglesia Ortodoxa Rusa, fue la primera vez en los 31 años de la independencia de Ucrania que se ha realizado una misa en ucraniano dentro del monasterio.
“Es una primera victoria (para Ucrania)”, declaró Oksana Abu-Akel para los medios, quien la aclama como un paso significativo en los esfuerzos de la iglesia ortodoxa ucraniana para cortar los lazos con Rusia después de que comenzara la guerra hace más de 10 meses.