Hoy: 27 de noviembre de 2024
Rihanna regresa a la Super Bowl. Esta vez, con una sorpresa: desvela su embarazo, ya de tres meses. Engalanada con un vestido rojo, la cantante de Barbados deslumbró con su actuación en el descanso de la gran final de la National Football League (NFL), celebrada en la Universidad de Phoenix, Arizona. Volvió seis años después de protagonizar el mayor evento del fútbol americano en 2017, albergado en Houston.
Como es de costumbre, la función musical de la Super Bowl destacó más a nivel mundial que el partido en sí. La victoria de Kansas City Chiefs sobre Philadelphia Eagles 38-35 no hizo sombra a Rihanna, que más allá de su actuación, fue noticia por el anuncio de su segundo embarazo. La forma en la que se tocó el vientre nada más empezar germinó las sospechas, que posteriormente fueron confirmadas por su representante. La cantante había hecho alusión a la maternidad el jueves pasado, durante la rueda de prensa del evento. “Cuando te conviertes en madre, hay algo natural que te hace sentir que puedes conquistar el mundo y hacer cualquier cosa”, declaró.
Bitch Better Have My Money fue el primer tema que interpretó, seguido de Where have you been, Only girl (In the world), Rude boy, Pour it up, Fenty Beauty, Run this town, y We found love. Uno de los momentos a destacar es el de su actuación con Umbrella, con fuegos artificiales y con ella en las alturas. También Diamonds, para el que el estadio se llenó de linternas encendidas en las gradas del estadio.
“La Super Bowl es uno de los mayores escenarios del mundo. A pesar del miedo que me da no haberme subido a uno en siete años, hay algo de estimulante en el reto que supone”, dijo en esa rueda de prensa del jueves, donde avanzó que el número reflejaría sus raíces caribeñas. “Esa es una gran parte de por qué es importante para mí hacer este espectáculo: representación. Representación de los inmigrantes. Representar a las mujeres negras de todo el mundo. Es fundamental para que la gente vea las posibilidades”, añadió.
En su solidaridad con la población negra de EE UU, Rihanna rechazó actuar en la Super Bowl de 2019 para apoyar a Colin Kaepernick, el atleta al que la NFL sancionó por haber hincado su rodilla y levantado el puño en 2016 durante el himno nacional.
Un gesto con el que el deportista mostró su solidaridad con el movimiento Black Lives Matter y contra la brutalidad policial que sufren los negros estadounidenses. “Para mí esto es más grande que el fútbol y sería egoísta por mi parte mirar hacia otro lado. Hay cuerpos en las calles y gente que se sale con la suya”, declaró en ese momento.