Hoy: 23 de noviembre de 2024
Durante el embarazo, se pueden recetar ciertos tipos de medicamentos, a pesar de la creencia común de que deben evitarse. Estas prescripciones se basan en su seguridad. Pero la falta de estudios sobre los efectos de los medicamentos en mujeres embarazadas lleva a evaluarlos a través de investigaciones observacionales. Como resultado, en algunas ocasiones se descubren efectos secundarios inesperados en ciertas mujeres.
Recientemente, la Agencia Europea del Medicamento (EMA) ha emitido recomendaciones para prevenir la exposición fetal a medicinas que contienen topiramato. Es debido a su asociación con problemas de desarrollo neurológico, discapacidad intelectual, riesgo de trastorno del espectro autista y trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), según un artículo publicado en la revista ConSalud.
Fernando Bugatto, de la sección de Medicina Prenatal de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO), afirma que el topiramato no es uno de los medicamentos más utilizados, y existen alternativas más modernas, aunque con menos historial de uso.
Los medicamentos que contienen topiramato se utilizan en la Unión Europea para tratar la epilepsia y prevenir la migraña. Sin embargo, en mujeres epilépticas, es crucial tomar ácido fólico durante los meses previos a la concepción para prevenir defectos congénitos como la espina bífida, según el experto.
Según un sistema desarrollado por la FDA estadounidense, los fármacos utilizados durante el proceso de gestación se clasifican en categorías A, B, C, D o X en función de su seguridad. La mayoría de los medicamentos recetados se encuentran en las categorías B o C.
El desafío en cuanto a la seguridad de los medicamentos durante el embarazo radica en que la mayoría de ellos atraviesa la placenta y llega al feto a través del líquido amniótico. Los efectos pueden variar según la etapa de gestación, siendo más crítica de la segunda a la décima semana, período de organogénesis, cuando se forman la mayoría de los órganos del feto, lo que puede dar lugar a malformaciones importantes.
Por lo tanto, la decisión de iniciar un tratamiento con medicamentos durante el embarazo debe basarse en una evaluación individual de cada caso. Es importante, considerar beneficios, riesgos y alternativas terapéuticas, además de las consecuencias de no recibir el tratamiento.
La información disponible sobre los riesgos de los medicamentos durante el embarazo es limitada, ya que proviene de estudios epidemiológicos o investigaciones en animales debido a restricciones éticas y legales. Por lo tanto, la valoración de los riesgos y beneficios debe realizarse de manera personalizada por el médico.
Algunas embarazadas se preocupan por qué medicamentos pueden tomar, incluso cuando han sido recetados por su médico. Bugatto llama a la calma, afirmando que muchos fármacos, como los antibióticos, son seguros, aunque no están exentos de riesgos, como ocurre en cualquier persona que se medica. En general, son bastante seguros, aunque no totalmente inofensivos.