La Sala de lo Penal del Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) ha desestimado el recurso de apelación interpuesto por un hombre contra la sentencia de la Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife que le condena a 35 años de cárcel –cumplirá 20 como máximo– por abusar sexualmente de sus dos hijas y una sobrina segunda, de forma puntual, y al abono de una indemnización de 130.000 euros.
El hombre ha sido condenado por los delitos de abuso sexual continuado, abuso sexual sobre menores y abuso sexual sobre menores de 13 años y los hechos se produjeron en el municipio de La Victoria de Acentejo.
En uno de los casos, los hechos se produjeron entre 2001 y 2009, hasta que la hija tuvo doce años y aprovechando el régimen de visitas dado que el hombre se había separado de su mujer.
Los tocamientos y penetraciones se producían de forma regular los miércoles y los fines de semana en el coche, en una oficina que no se usaba y en la propia vivienda familiar, a lo que añadía la reproducción de videos pornográficos.
En todo momento, señala la sentencia hecha pública este miércoles, le decía a la menor que no podía contar nada a nadie, especialmente a su madre, y que era “un secreto” entre ellos. Con su otra hija, nacida de un segundo matrimonio, tuvo un comportamiento similar, y fue sometida a tocamientos y penetraciones desde que tenía tres años, y cuando empezó a resistirse, la drogaba con benzodiazepinas. Además, y en el año 2013, aprovechando que la hija de un primo pasó la noche en su casa, la besó en la boca y le realizó diversos tocamientos.
A raíz de estos hechos, la menor, de 10 años, presentaba un cuadro de sintomatología ansiosa y depresiva y baja autoestima. Al condenado también se le impone la pena de libertad vigilada durante diez años y la prohibición de aproximarse a las víctimas a menos de 500 metros.