Hoy: 10 de octubre de 2024
El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, se personó este martes en Moscú para reunirse con el presidente Vladimir Putin y el ministro de Exteriores Serguéi Lavrov. Allí, discutieron sobre la guerra en Ucrania y, tras el encuentro, quedaron en evidencia las enormes discrepancias sobre las versiones de ambas partes acerca de lo que está sucediendo en terreno ucraniano desde el 24 de febrero, informa agencia EFE.
“Es totalmente evidente que existen dos posiciones distintas sobre lo que ocurre en Ucrania”. Así valoró António Guterres, el secretario general de Naciones Unidas, la conversación que mantuvo sobre Ucrania con el presidente Vladimir Putin este martes en Moscú.
Guterres, que también vivió momentos de tensión en su reunión con el ministro de Exteriores ruso Serguéi Lavrov, confirmó que Rusia trata el conflicto armado en el país vecino como “una operación militar especial”.
Sin embargo, “según la ONU, la invasión rusa en Ucrania es una violación de la integridad territorial de un país que contradice los estatutos de la ONU”, relató el mandatario del organismo multilateral en su encuentro con la prensa tras la reunión con los políticos del Kremlin.
“Consideramos que el territorio de Ucrania fue invadido”, defendió Guterres durante su encuentro con Putin.
El mandatario ruso, poniendo como ejemplo a Kosovo, defendió el derecho a la autodeterminación de los pueblos. Además, subrayó que había leído “personalmente todos los documentos del Tribunal Internacional de la ONU”.
“Recuerdo perfectamente el veredicto del Tribunal Internacional, que afirmó que determinado territorio de un Estado no está obligado a pedir permiso para declarar su soberanía a las autoridades centrales del país”, quiso remarcar Putin, que añadió: “si este precedente existe, las (autoproclamdas) repúblicas del Donbass también podían hacerlo. Por nuestra parte, recibimos el derecho a reconocerlos como Estados independientes” y posteriormente darles la ayuda militar.
“Teníamos el derecho a hacerlo en total correspondencia del artículo 51 de los estatutos de la ONU”, concluyó el presidente ruso, en referencia a la autoproclamación de las repúblicas de Luhansk y Donetsk.
Durante la reunión entre el presidente ruso y el secretario general de la ONU, también se trató la cuestión humanitaria en Mariúpol.
Este martes, Putin dio luz verde para que la ONU y el Comité Internacional de la Cruz Roja continúen con la evacuación de civiles.
“Usted dice que los corredores humanitarios de Rusia no funcionan. Señor secretario general, le han informado mal. Funcionan”, señaló Putin, destacando que en las últimas fechas salieron entre 130 000 y 140 000 civiles de Mariúpol.
Putin calificó la situación allí de “difícil e incluso trágica”, pero quiso remarcar que ya “no hay acciones bélicas” y Azovstal, la planta acerera donde se refugiaron cerca de un millar de civiles y un número por determinar de combatientes ucranianos, “está totalmente aislada”.
“Los militares ucranianos están obligados a liberarlos, porque de lo contrario, estarían actuando como los terroristas del (autodenominado) Estado Islámico”, dijo Guterres en relación a los civiles.
Además, añadió que la situación en Mariúpol es “una crisis dentro de una crisis”, donde “cientos de miles de civiles requieren ayuda humanitaria, muchos necesitan ser evacuados”.
El secretario general del organismo multilateral también mostró el compromiso de la ONU para “movilizar la totalidad de sus recursos humanos y logísticos para salvar a la gente en Mariúpol”.
Guterres propuso un “grupo de contacto” y alertó de las consecuencias de la guerra
A pesar de las notables divergencias en las posiciones sobre la situación en Ucrania, António Guterres quiso tender puentes para favorecer, hipotéticamente, un diálogo entre Rusia y Ucrania.
El instrumento para ello sería la creación de un grupo de contacto para “la búsqueda de las posibilidades de abrir corredores humanitarios seguros con un cese al fuego para garantizar que sean realmente efectivos” en las zonas donde se dan los combates en territorio ucraniano actualmente.
La visita del mandatario de la ONU a Moscú antes que a Kiev despertó las críticas desde sectores occidentales, aunque insistió en que su visita estuvo “vinculada exclusivamente con la salvación de vidas y el alivio del sufrimiento”.
Guterres defendió su presencia como un “mensajero de paz” y señaló que las consecuencias de la guerra en Ucrania también se observan en el resto del mundo.
“La aceleración catastrófica de los precios de los alimentos y combustibles que ya tenía lugar durante el transcurso del último año, genera sufrimientos considerables entre cientos de millones de las personas más vulnerables de todo el mundo”, concluyó el secretario general, alertando de los agravios que ya deja el conflicto y que se postergarán gravemente si no se alcanza una solución temprana.