Argentina

7 de junio de 2023
1 minuto de lectura
Mujer con mascarilla se desplaza por las calles de Argentina. | Fuente: Europa Press

En primavera, se visten de azul jacarandá las avenidas. Al principio de estar allí, yo rodeaba la flor caída de los árboles para no pisarla y contribuir, de esta manera, a que fuese más duradero el lienzo de la hermosura. Buenos Aires es una belleza interminable a cualquier hora del día, en todas las estaciones del año.

Lástima que no acierte la mano con la herida.

¡”Perón, Perón, qué grande sos”! ¡”Mi general cuánto valés”! Y así, en un interminable fracaso creyendo que es acierto, se suceden los años de inflación insoportable, de trabajo escaso y desterrada creatividad. Los adversarios políticos, tampoco han demostrado suficientes niveles de inteligencia.

Amo a la Argentina. A sus gentes. Sólo nos quedan los milagros.

Responder

Your email address will not be published.

No olvides...

José de Arimatea: la valentía de un discípulo secreto en el momento más oscuro

"Es frustrante para el hombre que el cuerpo no responda al espíritu."…

La FIFA ensucia el Mundial

Esa ambición corporativa atenta contra la idea de unidad, pasión y competencia justa que debería encarnar…

¿Va realmente muy bien la economía como afirma la presidenta Sheinbaum?

La salida de capital extranjero en ciertos periodos y la disminución en la creación de nuevas empresas muestran un entorno…

El código torenzano de Caperucita feroz

"No hay peor tiranía que la que se ejerce a la sombra de las leyes y bajo el color de…