Aunque muchos piensen que los gatos son fríos o distantes, su ronroneo es una forma de comunicación Estos animales expresan emociones, pero lo hacen de manera más sutil que los perros o los humanos. Comprender por qué ronronean ayuda a estrechar el vínculo con ellos.
Cada gato tiene su personalidad. Algunos son más afectuosos, otros más independientes, pero todos reaccionan emocionalmente a su entorno. Expresan afecto cuando se frotan contigo, te siguen por la casa o duermen cerca de ti.
Manifiestan alegría al ronronear, jugar o buscar contacto. Sienten miedo ante ruidos fuertes, entornos nuevos o en el veterinario. Se frustran o enfadan cuando invaden su espacio o no logran algo que desean. También pueden mostrar tristeza o apatía tras la pérdida de un compañero o por enfermedad, recoge El Excelsior.
Los gatos forman vínculos emocionales profundos con personas y otros animales, aunque sus señales sean más sutiles que en otras especies.
El ronroneo es uno de sus comportamientos más característicos. No siempre indica felicidad. Según el grupo Purina y estudios científicos, los gatos también ronronean bajo estrés o dolor. Es un mecanismo de autorregulación en situaciones incómodas o amenazantes.
Un gato puede ronronear durante una revisión veterinaria o una gata al dar a luz. En estos casos, no es placer, sino una estrategia para calmarse o mitigar el dolor.
Desde sus primeros días, los gatitos ronronean. Nacen ciegos y sordos, por lo que las vibraciones de su madre son vitales. A los dos días ya emiten ronroneos para comunicarse con ella y sus hermanos.
No obstante, investigaciones recientes identifican el «ronroneo de solicitud» y tiene una frecuencia distinta, similar al llanto de un bebé. Activa en los humanos una respuesta instintiva de atención. Así, el gato logra caricias o comida de forma estratégica.
Se origina por contracciones rítmicas de los músculos de la laringe que hacen vibrar las cuerdas vocales al inhalar y exhalar. El cerebro controla este proceso. Es un reflejo fisiológico más que un lenguaje emocional, pero sigue siendo comunicación.
Interpretarlo depende del contexto. Si el gato ronronea mientras juega o recibe caricias, es positivo. Si lo hace inmóvil, retraído o en el veterinario, puede ser una señal de estrés o dolor.