Un estudio de la Universidad de Melbourne (EE. UU) ofrece información importante para el desarrollo futuro de un tratamiento oral para la diabetes. Sin embargo, para ello han ideado el uso de una molécula diferente a la insulina, pero que podría tener el mismo efecto.
La insulina es una hormona clave necesaria en nuestro organismo para controlar los niveles de azúcar en la sangre. Las personas con diabetes tipo 1 no pueden producir esta hormona y requieren de inyecciones diarias de insulina para mantener sus niveles de azúcar en sangre controlados. Esta investigación podría sentar las bases para el desarrollo de medicamentos que sustituyan las inyecciones diarias de insulina para las personas con diabetes tipo 1.
Este nuevo hallazgo sugiere el uso de moléculas alternativas para activar la absorción de glucosa en sangre, evitando completamente el requerimiento de insulina diario.
Los científicos han reflejado sus resultados en un artículo publicado en la revista Nature Communications. La investigación fue dirigida por Dr. Nicholas Kirk y el profesor Mike Lawrence de la Universidad de Melbourne, en colaboración con investigadores de Lilly, una compañía farmacéutica con sede en Estados Unidos.
¿Por qué no hay pastilla disponible de insulina?
A lo largo de los años, los científicos han luchado por producir insulina en forma de comprimidos. Sin embargo, la insulina es muy inestable y nuestro cuerpo es capaz de degradarla fácilmente durante el proceso de digestión.
Actualmente, las técnicas de microscopía crioelectrónica (cryo EM) hacen posible la visualización de moléculas 3D, con todo lujo de detalles. Gracias a esta herramienta, los científicos pueden observar el receptor de insulina y comparar cómo diferentes moléculas diferentes a la insulina podrían acoplarse a él.
Cómo algunas moléculas simples pueden imitar a la insulina
Esta investigación demuestra como una molécula que imita a la insulina, de manera que es muy similar a la hormona estructuralmente hablando, es capaz de unirse al receptor de insulina y activarlo. Este podría ser el primer paso de la vía que permite a las células controlar los niveles de azúcar en el cuerpo cuando son demasiado altos.
Aunque todavía los resultados terapéuticos no están claros, este descubrimiento podría ayudar a crear un fármaco que reemplace a la insulina. “Los científicos han tenido éxito reemplazando este tipo de moléculas miméticas con medicamentos que se pueden tomar en forma de píldoras”, declaró Kirk. “Todavía queda un largo camino que requerirá de más investigación, pero es emocionante saber que nuestro descubrimiento abre la puerta a los tratamientos orales para la diabetes tipo 1″.