"Cuando España era la 10ª potencia económica mundial, se hacían carreteras, hospitales, viviendas sociales, pantanos... y los españoles no pagaban IVA, IRPF ni IBI"
Los seres humanos somos como las calles que vemos desde nuestras ventanas: a veces, están vacías y su paisaje es el viento; otras, llenas de gente y alborotos. Las calles son las mismas, mas a cada hora fluye la novedad de lo
Isaías ya lo profetiza como revelación de Dios: “¡Consolad, consolad a mi pueblo!”, hasta el punto de que Él mismo se ratifica como consuelo de Israel. Séneca confirmó tal consolación como una de las dignidades del hombre, sabiendo que en cada época