La motosierra del Javier Milei del otrora candidato a presidente se quedó sin gasolina, y fue archivada como tantas otras promesas de campaña electoral.
Isaías ya lo profetiza como revelación de Dios: “¡Consolad, consolad a mi pueblo!”, hasta el punto de que Él mismo se ratifica como consuelo de Israel. Séneca confirmó tal consolación como una de las dignidades del hombre, sabiendo que en cada época