Viajan no solo por cuestiones económicas sino por motivos culturales
El año 2023 fue récord histórico de argentinos que cruzaron el océano Atlántico para instalarse en distintas ciudades españolas. La mayoría son jóvenes que sufrieron el último revés a su credibilidad en el país que siempre se le ofreció fracasos y frustraciones. Son hijos de la crisis del 2001, del que “se vayan todos”, son nietos de los exiliados por la dictadura, son los jovenzuelos que votaron por primera vez a un candidato que le falsificó la definición de libertad, de justicia y de casta privilegiada, y que cuando recibió sus respectivos respaldos, aparecieron atrás de él, los nuevos Menem, reaparecieron los Macri, los Picheto, y todos los que fueron vilipendiados por ese “león” libertario.
Molestos, decepcionados, hartos, defenestraron la cultura de la fe y del optimismo que caracterizó a la estirpe de la clase media argentina, armaron sus maletas y con los ahorros que lograron, poco o mucho, en vez de apostar a una casa o, a la adquisición de un automóvil o, a la instalación de un negocio como era tradicional, lo apostaron a la aventura de volver a la tierra de sus abuelos, bisabuelos, o en todo caso padres, y se mudaron a España.
Sólo en el primer semestre de 2023, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), llegaron a Madrid aproximadamente 30.000 argentinos.
En los dos últimos años, las llegadas se han multiplicados por cinco respecto a la década pasada: desde 2021, España recibió a casi 100.000 inmigrantes argentinos, mientras que en la década pasada la media era de 10.000 personas por año.
Según los padrones oficiales en el 2022 vivían en España 328.333 argentinos, más que en varias provincias norteñas y sureñas como Tierra del Fuego o Formosa.
Argentina representa la sexta comunidad extranjera más numerosa del país de El Quijote, solo superada por Marruecos, Colombia, Rumanía, Venezuela y Ecuador.
Para los jóvenes argentinos digitales que están esparcidos por la península ibérica, que se reunieron en Valencia, en los primeros días del 2024 con Milei ya en el poder, coincidieron en organizarse para recibir el tercer gran éxodo que sufrirá su Argentina natal, después de las salidas que se produjeron en los años de la dictadura y la crisis de 2001.
“Ahora mismo no estamos viviendo solo un problema económico, sino también cultural. La gente está cansada de cómo se gestionan las crisis. Argentina está como en una depresión aguda”, señaló Jorge “El Cuervo” Díaz, quien vivió varios años como el productor Robi Bertasi que está desde los años 70 afincado en el Levante.
Los motivos económicos, con una inflación desbocada que supera los tres dígitos y que aún está por ver cómo recorta Milei, pesan también, a la hora de hacer las maletas.
Pero el periodista español muy conocedor de Argentina, Chema Forte, corresponsal de Cadena 3, en un informe alertó que hay que sumar también la falta de expectativas. Hay familias que prefieren probar suerte fuera antes de que la situación empeore, y también inmigrantes afincados en la Península desde ese «exilio económico» de 2001 que se traen ahora a sus padres, ya mayores, porque confían más en la sanidad española que en el empobrecido sistema argentino.
Barcelona, capital de argentinos
Barcelona ha sido, históricamente, el destino favorito de los argentinos, es muy difícil pasear por la Rambla sin encontrarse con un acento rioplatense.
Madrid reúne al 16%, Málaga (9%), Valencia (8%), Baleares (7%), Alicante (6%), Tarragona (2%) y Gerona (2%).
La mayoría de los recién llegados son jóvenes en edad de trabajar, entre 25 y 34 años, y vienen con la familia, con la idea de echar raíces. De hecho, el 10% del censo argentino en España tiene entre 0 y 9 años. «Miami es la ciudad del mundo con más argentinos, pero quien viene a España busca mejor calidad de vida. Además, hay algo cultural. Tenemos un vínculo sanguíneo con España. Muchos tienen raíces familiares aquí y, en este caso, además, hablamos el mismo idioma y nos sentimos cómodos, como en casa”, apuntó el poeta Rafael Flores Montenegro que dejó su provincia natal, Córdoba, en la década del 70.
“El 40% de la población argentina que está por debajo del umbral de la pobreza prácticamente no pueden ni emigrar al pueblo de al lado. Yo siempre digo a aquellos que nos contactan y quieren venir a España que el presupuesto mínimo para emigrar son 5.000 euros. Si no tienes al menos 7.000 euros lo vas a pasar mal”, señaló Flores Montenegro.
Otro dato que indica que los inmigrantes argentinos tienen mayor nivel socioeconómico que otros de su región es su distribución en Madrid.
Los de Buenos Aires compran mayoritariamente en distritos de alto poder adquisitivo, como Centro o Salamanca, mientras que su presencia es menor en barrios como Vicálvaro o Villaverde, a pesar de que son los distritos que mayor porcentaje de población extranjera tienen, según los datos del Ayuntamiento de Madrid.