El caso de Tomás Sergio Zamora Calderón está siendo estudiado por sus abogados
La abogada Martha Patricia Molina ha denunciado las restricciones de regreso a Nicaragua impuestas al cura Tomás Sergio Zamora. Y señala directamente al Gobierno de Daniel Ortega como autor de esta prohibición, que atribuye a una venganza por la participación del sacerdote en las Jornadas Mundiales de la Juventud celebradas recientemente en Lisboa con asistencia del Papa.
Zamora Calderón, perteneciente a la Diócesis de León, se encuentra en este momento en un país extranjero (algunas fuentes indican que en España). El sacerdote, antes de viajar a Lisboa, recibió una visita «intimidatoria» en su domicilio por parte de miembros de la Corte Suprema de Justicia de Nicaragua. El sacerdote actuaba como presbítero de su obispo en las jornadas del Papa.
Su retorno a Nicaragua, programado para este viernes, ha sido obstaculizado por las autoridades nicaragüenses por motivo políticos. El incidente se suma a una serie de acciones que evidencian un endurecimiento de la persecución contra la disidencia y la Iglesia católica en el país centroamericano en los últimos años.
Las tensiones entre el Gobierno y la Iglesia católica se agravaron tras las protestas opositoras en 2018, lo que ha motivado el cierre de instituciones religiosas y al encarcelamiento de destacados líderes eclesiásticos, como el obispo de Matagalpa, Rolando Álvarez.
Álvarez, convertido en un símbolo de resistencia desde su encarcelamiento por parte del régimen hace un año, ilustra la creciente represión bajo el Gobierno de Daniel Ortega.
Este incidente con el sacerdote Zamora Calderón resalta la preocupante tendencia represora en Nicaragua contra la Iglesia, donde las autoridades han recurrido a medidas restrictivas y represivas contra voces disidentes políticas y figuras religiosas. La comunidad internacional observa con atención y preocupación la evolución del país en los últimos años.