Hoy: 20 de noviembre de 2024
Rusia ha denunciado el primer ataque en su territorio con misiles ATACMS, suministrados por Estados Unidos a Ucrania. Este ataque habría tenido lugar en la región de Briansk, donde, según el Ministerio de Defensa ruso, las fuerzas ucranianas lanzaron varios de estos misiles de largo alcance en las primeras horas del día. De acuerdo con Moscú, cinco de los misiles fueron interceptados, pero uno impactó en una instalación militar, provocando un incendio sin dejar víctimas personales, según Listín Diario.
El incidente se da pocos días después de que Estados Unidos aprobara el uso de los misiles ATACMS fuera de las fronteras de Ucrania, ampliando las capacidades de alcance y precisión de las fuerzas ucranianas para alcanzar objetivos en territorio ruso. Los ATACMS, con un alcance de hasta 300 kilómetros, permiten a Ucrania golpear objetivos estratégicos más allá de sus propias fronteras, lo que marca una intensificación significativa en la dinámica del conflicto.
En respuesta, Ucrania ha reivindicado el ataque, señalando que tiene la intención de neutralizar capacidades militares rusas en áreas cercanas a sus propias fronteras, donde Rusia ha estacionado sistemas antiaéreos y de defensa cruciales. La viceministra ucraniana Irina Vershchuk confirmó que uno de los objetivos alcanzados fue un sistema antiaéreo ruso S-300, asegurando que las operaciones continuarán para proteger sus territorios y en represalia a las ofensivas rusas, según recoge El Destape.
La respuesta de Rusia a esta incursión no se ha limitado a la denuncia pública, y ya se han tomado medidas de refuerzo en sus defensas fronterizas, según fuentes locales. Esta escalada en el uso de armamento avanzado podría llevar a un cambio en la postura de seguridad en las áreas afectadas y potencialmente provocar una nueva fase de reacciones diplomáticas y militares en el conflicto.
Este primer uso de los ATACMS en Rusia podría intensificar las tensiones entre ambos países y sus aliados, ya que estos misiles representan una capacidad estratégica significativa que podría alterar las líneas de combate y las estrategias de defensa de Rusia en su frontera occidental.