México se consagra al Corazón de Jesús para huir del comunismo

La Basílica Nacional de la Virgen de Guadalupe se vistió ayer de luces para consagrar a México ante el Sagrado Corazón de Jesús, por intercesión de la Morenita, de san José y de san Miguel Arcángel, la principal espada del Cielo frente al mal satánico. No cabía un alma más en el templo de la capital mexicana, símbolo del apego que profesa a su Virgen uno de los países con más católicos del mundo (80 de sus casi 130 millones de habitantes).

Fue una ceremonia sencilla pero de gran calado religioso. Retransmitida en directo a miles de personas de todo el mundo a través de Internet, fue oficiada por el cardenal primado de México, Carlos Aguiar, rodeado del obispo de la capital, una decena de sacerdotes y 15 monaguillos.

A escasos días de las próximas elecciones presidenciales, en la eucaristía subyacía un sentimiento común entre los fieles: demandar a la Virgen, al Arcángel y al sagrado Corazón de Jesús que espanten el comunismo que flagela México, convertido hoy en el país más peligroso del planeta, donde las promesas sociales y políticas que alzaron al poder al Gobierno cuasicomunista de Andrés Manuel López Obrador (Amlo) han devenido en un espejismo, en un descomunal fracaso.

No es para menos. La deuda pública es seis veces la que había hace seis años, las medicinas escasean, las listas de espera sanitarias sobrecogen, las obras faraónicas que propagó Amlo (el Tren Maya, por ejemplo) están empantanadas y, para colmo, triplican sus presupuestos iniciales. Un desbarajuste.

Además, en el ambiente levitan grandes temores. Por ejemplo, que se urda un fraude en los próximos comicios del 2 de junio si el resultado es muy ajustado entre los dos principales partidos, en un país donde la corrupción, por otro lado, campa ahora a sus anchas y salpica de lleno al núcleo familiar del propio presidente y, según distintas investigaciones, al partido que le llevó al poder en 2018, Morena.

Pero si hay algo que tiene en vilo a los mexicanos son los ataques manu militari al Poder Judicial y la anunciada intención de Morena de segar las facultades del organismo que debe fiscalizar la limpieza electoral. Se teme el pucherazo. Se teme, en definitiva, que otro sexenio comunista en el poder acabe con la “democracia en México”.

El cardenal primado evitó la confrontación política, pero razonó ante los miles de devotos que la Eucaristía y la consiguiente consagración del país al Corazón de Jesús está más que justificada por la proliferación de “las fuerzas del mal” en su país (cuya situación tildó de “crítica”) y en general en el resto del mundo: guerras (Gaza y Ucrania) y la decadencia moral. Sí mencionó Aguiar la terrible inseguridad que sacude al país azteca. Resulta escalofriante la pérdida indiscriminadas de vida en sus calles.

250 homicidios cada fin de semana

Y es que el sexenio que ahora decae ha acreditado que aquel eslogan electoral de Amlo de que cambiaría “balazos por abrazos” hoy despertaría hilaridad de no ser porque, tristemente, son muchas las vidas (hay fines de semanas que contabilizan hasta 250 homicidios) que sucumben a los balazos, al secuestro y a la desaparición forzada en el país azteca.

El concurrido chat de Internet que habilitó la organización para la ceremonia sí fue, en cambio, un clamor a favor de La Morenita y en contra “del comunismo y la ausencia de valores”. “Es necesaria esta consagración para que la Virgen María sacuda a México del yugo de la violencia, de la inmoralidad y del comunismo”, expuso Anna en el chat.

Otra usuaria con el nombre de Blacklili, de entre las miles que había en el chat, añadía: “Consagramos el inmaculado Corazón de Jesús a nuestra patria, líbranos Señor del comunismo y del mal”. “Por nuestro amado México, porque se elija a un Gobierno que respete a la familia, la vida, la creación, la naturaleza y a la humanidad”, terció Rosa Elena Palacios. “Dale luz a Xóchitl [candidata del principal partido de la oposición] y danos luz a todos los mexicanos para votar en contra de Morena e impedir que se instaure el comunismo en México”, espetó, por su lado, otra usuaria del chat, Laura Viana.

El cardenal, en su homilía, apeló en reiteradas ocasiones al Espíritu Santo como conductor y hacedor del bien, “tres personas distintas y una sola naturaleza: el amor”, enfatizó. Y sostuvo que no es suficiente creer, que hay que hablar a diario con Dios y pedirle ayuda, que él, subrayó, “siempre nos la da”. Y que a través de ese “contacto constante” se fortalece “la sensiblidad” que permite al hombre cristiano hallar las formas con las que Dios “nos ayuda y protege del mal”.