Hoy: 24 de noviembre de 2024
Como es obvio, me apoyo en el último parricidio cometido por menores en Castro Urdiales. No me voy a referir a aspectos escabrosos del crimen; ya me hubiera gustado saber la opinión de la víctima sobre la excusa empleada por sus victimarios de que los maltrataba; a lo mejor era al revés; suelen ser los menores agresivos los que maltratan a sus padres y educadores. Pero la víctima calla, calla pero no otorga, no lo olvidemos.
Quiero denunciar, una vez más, esta lacra que representa la Ley de Responsabilidad Penal del Menor (LRPM), en su actual y absurda redacción. Ya nos opusimos a ella antes de su entrada en vigor, enero de 2001. Y como denunciábamos entonces, ha resultado ser un fiasco que maltrata y ofende a los menores víctimas (la mayoría de las víctimas de menores) y no reinserta o recupera a los menores delincuentes. Sobre esto no hay datos fidedignos, sí las estadísticas interesadas en el conglomerado de “amigos” y “filósofos” que viven del cuento y otros de la carísima estancia de los menores en los centros de internamiento.
Se lo voy a resumir con una pregunta, esto es a la “gallega”: En este horrible parricidio de Castro Urdiales ¿ustedes creen que ayuda al chaval menor de 13 años, que ha participado en el asesinato, que lo lleven sin más a un centro tutelado; es decir a la más vergonzante impunidad, sin aplicarle ninguna medida educativa? O, lo que es lo mismo: ¿es compatible la impunidad de los menores de 14 años con el tan aclamado y pregonado principio de la LRPM del “interés superior del menor”. ¿no interesa más a los menores de 14 años, para su recuperación, el aplicarle coercitivamente alguna medida educativa?
Desde esta asociación denunciamos que la LRPM no sirve para nada (o casi) puesto que la gran mayoría de menores delincuentes vuelven a reincidir cuando son mayores. Incluyendo delitos graves, sobre todo en delitos contra las personas o contra la libertad sexual. Afirmación fácilmente atacable: en cuanto se haga un estudio serio de antecedentes de la población reclusa, se ha de tener en cuenta su historial cuando eran menores.
Invitamos a las autoridades a que nos lo nieguen y desmientan, pero no con estadísticas, siempre manejables, sino con datos.
Yo ofrezco el primero: en el último secuestro participó uno que, cuando era menor, mató y quemó a Sandra Palo.