Hoy: 26 de febrero de 2025
La política penitenciaria del ministro Fernando Marlaska y de su jefe de Prisiones Luis Ángel Ortiz es cada vez más canalla en el terreno sanitario, a juzgar por la perseverante actuación de algunos de sus subordinados con las necesidades médicas de los internos, tal y como les viene informando Fuentes Informadas.
El director de la prisión de Alcalá Meco, Pepe Comerón, no tiene remedio. Parece que no le agrada llevar a los presos a sus médicos. En muchos casos, no lo hace. Pese a ser su obligación y por lo que cobra todos los meses de las arcas públicas.
Aún así, sigue en su puesto de alcaide: y eso que se le ha escapado un preso muy peligroso, un enfermero se suicidó tras dejar una carta póstuma tachándole de machista, otro interno está prófugo desde octubre por la nefasta desatención médica que recibió en Meco… Un desastre.
Entre los internos y muchos familiares, el nombre de Pepe Comerón es sinónimo de desafecto y despotismo.
Hace varias semana trascendió, lo publicó este digital, que un interno de Meco que llevaba días pidiendo sin éxito que lo llevasen a un hospital, Juan Antonio Aparicio, fue encontrado muerto en su celda «como si fuera un perro» en las horas siguientes. Era finales del pasado enero.
Pues bien, hubo un compañero del módulo del fallecido, el número 12 de Meco, que vivió de cerca la agonía de este interno y que se atrevió a contar en un audio, que fue divulgado por FUENTES INFORMADAS, cómo fueron sus últimas horas de vida y sus desesperadas y balbuceantes peticiones a funcionarios para que le llevasen a un hospital.
Ni caso.
Aunque este digital distorsionó la voz, el perspicaz Pepe Comerón (quien obliga a los internos bajo apercibimiento de sanción a llamarle «don Pepe», aunque ni siquiera tiene estudios superiores y en puridad tal tratamiento solo corresponde en España al Rey, a nadie más) se tomó su tiempo para averiguar a qué interno correspondía ese tono de voz.
El interno de la grabación, que según fuentes del centro se llama Raúl P. F., sufre una fractura en el brazo, radio y cúbito, y estaba citado para rehabilitación el pasado 12 de febrero. No le llevaron. Porque no se les antojó, simplemente, según se infiere de lo que le dijo un jefe de servicio al propio Raúl hace solo unos días.
El audio anterior tiene la culpa.
Según fuentes de la familia del interno, un jefe de servicio, se supone que siguiendo instrucciones de Pepe Comerón, que es el que manda y el responsable último del centro, se le acercó hace días y le avanzó que no le llevarían a su rehabilitación.
Le soltó que acudiera él a la rehabilitación por su cuenta cuando salga del centro y que entonces «podrá grabar los audios que quiera», según explican fuentes de la familia que les ha dicho Raúl.
Está previsto que Raúl salga del penal, con la pena finiquitada, en un par de semanas.
Según fuentes cercanas a su familia, Raúl está asustado y muy inquieto. La mano de don Pepe, sabedor de que muy pronto estará totalmente libre, es muy alargada. Y no perdona lo del audio, que su mala gestión salga a la luz.
Y teme que Comerón esté tramando cambiarle de prisión antes de que «abandone Meco» para «joderlo por haber osado hacer el audio de marras».
No llevándole a rehabilitación, Pepe Comerón incumple el derecho sagrado de toda persona a recibir asistencia médica, derecho que asiste también a los reclusos.
Y si, como le avanzó un jefe de servicio, el motivo es el audio que elaboró dando cuenta de los pormenores de la muerte de su compañero de módulo, el 12 de Meco, esa actitud se agrava todavía más.
Legalmente, es susceptible de denuncia ante un juez ordinario, por prevaricación y omisión del deber de socorro. Como mínimo.
Los jueces de vigilancia de Madrid, la mayoría, prácticamente nunca hacen caso a las denuncias que reciben. Ni las investigan. Mantienen en general un fuerte compadreo con los directores.
El abogado de la familia del fallecido Aparicio comentó a este periódico que estaba estudiando llevar el tema a los tribunales.
Pero antes de decir eso, extrañamente recriminó a este periódico que hubiese informado de la muerte de Aparicio.
Y aparentemente defendió a Pepe Comerón basándose en un error totalmente insignificante, el estado civil del recluso, que figura en la información que dio este digital sobre la muerte de Aparicio.
Fuentes penitenciarias sostienen que Comerón ha presionado a un jefe de servicio de su centro amigo de la familia del fallecido para que esta pida a Fuentes Informadas que retire la publicación sobre la muerte de Aparicio.
La información es veraz y este digital ni se plantea retirarla.
Fuentes Informadas vuelve a reproducir hoy en esta información el audio de Raúl P. F. sobre la muerte de su compañero, el que tanto ha debido ofender a Pepe Comerón.
Y no precisamente porque su contenido sea inveraz, sino porque pone de manifiesto el grave déficit asistencial que existe en las prisiones españolas de Marlaka.
El ministro parece estar más preocupado de trasladar a etarras al País Vasco para que su jefe Sánchez mantenga el sillón con los votos filoetarras que de atender las necesidades médicas de los internos a su cargo.
No hay dinero para la salud de los presos, pero a Cataluña Sánchez le acaba de condonar casi 17.000 millones de euros.
La actitud supuestamente vengativa de Pepe Comerón con el preso del audio también pone de relieve que no se ha leído la sentencia del Tribunal Constitucional que otorga, también a los presos, el derecho a la libertad de expresión.
Y máxime cuando se describe un hecho cierto sobre una persona moribunda que no recibe la asistencia adecuada.
En Pepe Comerón ya llueve sobre mojado. Está a punto de interponerse contra él y contra la subdirectora del centro de régimen abierto Victoria Kent, de Madrid, llamada Leonor, una querella por diferentes delitos graves. Y acreditados clínicamente.
La querella la va a presentar de forma inminente el interno gravemente enfermo de diabetes Juan Antonio Flores–
Este se halla prófugo en este momento porque Pepe Comerón incumplió un auto judicial que exoneraba al interno de responsabilidad en un quebrantamiento de condena motivado por un estado de necesidad derivado de sus graves enfermedades.
Estas patologías le fueron causadas en la prisión de Soto del Real, también por desatención médica.
Comerón, tras recibir el auto judicial, lo cambió de prisión sin restituirle la clasificación en régimen semiabierto del que disfrutaba Flores.
Y Leonor, la subdirectora del Victoria Kent, lo sancionó arbitrariamente, cuando disfrutaba de ese régimen de semilibertad, concedido por un juez.
Y lo trasladó a la cárcel de su amigo Pepe Comerón por un quebrantamiento de condena que a todas luces no era tal, como decretó un juez frente al criterio de Leonor.
Leonor lo sancionó porque no se presentó en el Victoria Kent antes de las 11 de la noche.
El interno no se presentó porque estaba hospitalizado debido a una baja descomunal de azúcar en sangre (30).
Cuando el interno Juan Antonio Flores regresó al centro Victoria Kent tras dos días hospitalizado, Leonor, en una actitud impropia de un servidor público, se puso a darle voces al interno, al igual que había hecho antes con la jefa del Samur que le telefoneó para contarle el estado de Flores.
Además, en un alarde de inhumanidad, según Flores, Leonor forzó su traslado al día siguiente a la cárcel de Pepe Comerón, que es de régimen cerrado. Ya no podía salir a trabajar. Leonor lo regreso de grado.
Y trató con absoluta descortesía y prepotencia a la jefa de la unidad del Samur que la llamó para explicarle que Flores estaba hospitalizado y los motivos médicos por los que no había podido presentarse en el centro.
La jefa del Samur está dispuesta a contar en un eventual juicio cómo fue tratada por Leonor.
El alcaide Pepe Comerón también hizo de las suyas con este interno cuando se lo mandó Leonor.
Flores tiene más de 20 citas médicas a las que no le llevó el centro de Meco sin justificación alguna. Estas citas desatendidas nutren la querella que se le avecina a Comerón y Leonor en los juzgados, entre otros directivos penitenciarios.
Así son los chicos de Marlaska y de Luis Angel Ortiz.
Los dos dos máximos responsables de las cárceles españolas son, curiosamente, jueces, ahora en excedencia, Marlaska y Ortiz.
Fuentes Informadas ha ofrecido a estos dirigentes penitenciarios la posibilidad de ofrecer su versión sobre todos estos hechos.
No han considerado necesario explicar su modo de actuar a quienes pagan sus sueldos públicos.
Se les avecinan querellas muy serias que pueden conllevar penas de inhabilitación.
Otra vez el tal Pepe Comerón. Es un sádico este tipo y Marlaska moviendo etarras. Así es el gobierno de Sánchez.
¿dónde están los colectivos de presos que no dicen nada de estas prevaricaciones inhumanas? qué hacen los jueces que no les abren causas? Como un director servidor público puede actuar en una cárcel como si fuera un alcaide americano? El señor Comerón, que tampoco es un señor, debería estar en su casa hace mucho tiempo? Un individuo así no merece el sueldo público que le pagamos todos. Cree que por ser director puede hacer lo que quiera? en el país de Sánchez y Marlaska, los socialistas buenos, los solidarios, eso venden ellos, pasan estás cosas. señor Comerón váyase a la mierda y allí gobierna a los excrementos. No sirve como director. fuera este tío de la cárcel de Meco. Solo sirve para hacer maldades
Pepe Comerón es aborrecible que lo ceses ya marlaska. A qué esperas para irte tú también ministro.
A don Pepe, jejejeje, don Pepe, sin categoría para el don, lo cogería en la calle de la oreja y lo elevaría. por tío chungo…
Eso es delictivo una y otra vez, cuando van a hacer algo real para que este tipejo no haga lo que quiera siempre?
Es vergonzoso!! O no os acordáis de la fuga del pastilla, enfermero se suicida y miles más…
Marlaska dimisión
Esto es lo de siempre!
Comerón al Pilón..helado si puede ser mejor
Comerón es un vengativo que no respeta la libertad de expresión y ni el derecho fundamental de los internos a tratamiento médico
Comerón es daniño y su maldad n no tiene límites
Pepe Comerón, Marlaska y Ortiz, vaya trio malévolo al frente de las cárceles. dimisión ya!
Pepe Comerón se jubilará pronto y se llevará a si vejez la memoria de no haber hecho las cosas bien.
la cárcel de Meco es una maltratahombres. que se vaya el tal don Pepe