El músico y showman Mario Vaquerizo ha inaugurado este martes la nueva sala de ensayo que lleva su nombre en el Centro Cultural Galileo, ubicado en el madrileño distrito de Chamberí. Lo ha hecho acompañado del alcalde José Luis Martínez-Almeida, en un acto en el que, fiel a su estilo, ha evitado entrar en polémicas: «No hay mejor desprecio que no hacer aprecio», respondía ante las preguntas de la prensa.
El reconocimiento a Vaquerizo no ha estado exento de controversia. El PSOE ha criticado la elección del artista, calificándolo como «líder improvisado de la Movida infantil», mientras que Más Madrid ha señalado el acto como un ejemplo de «amiguismo» por parte del Partido Popular. Vaquerizo, sin embargo, ha calificado las críticas de «absurdas» y ha defendido su presencia como un reconocimiento a su trayectoria musical y su vinculación con la ciudad.
«Yo estoy feliz y voy allá donde me premian. Vengo acá, a un sitio que no es ajeno a mí como es la ciudad de Madrid, a un sitio que no es ajeno, como es el barrio de Chamberí, y a un ámbito que no es ajeno, como es la música. Estoy muy orgulloso del reconocimiento y es de bien nacido ser agradecido, con lo cual creo que hay que pasar de todo», declaró desde la sala recién bautizada.
Vaquerizo confesó que, al recibir la propuesta, sintió cierto temor por el «qué dirán», aunque finalmente lo interpretó como un gesto positivo hacia su trayectoria. «Es una tontería porque el miedo no hay que tenerlo nunca, porque el miedo paraliza. ¿Por qué voy a decir que no? Voy a decir que sí porque no deja de reconocer mi labor y mi referencia en el mundo madrileño», explicó.
Durante el acto, el artista también hizo referencia a sus comienzos en la música, afirmando que el micrófono ha sido siempre su instrumento favorito. «Yo cantar, que además a mí me gusta ser muy protagonista. El cantante siempre se lleva las miradas de las chicas y de los chicos, con lo cual yo siempre cantante», dijo. También destacó su formación autodidacta: «Nunca tomé clases de canto y me he formado y he aprendido a cantar a base de ensayar y de repetir mucho las canciones».
Vaquerizo aprovechó para reivindicar su amor por Madrid, ciudad en la que reside y que describe con entusiasmo. «La ciudad más perfecta del mundo», afirmó. «Y no lo digo porque me premien sino lo digo porque he decidido vivir aquí, en Madrid y en el centro. Me encanta pasearme por el centro de Madrid y a la vez me encanta irme a mi barrio de Vicálvaro».
Respecto a su implicación futura con la sala, el músico aseguró que estará disponible para participar cuando se le requiera. «Cuando quieran que venga a molestar vendría a molestar porque en las salas de ensayo es como en los locales de ensayo, donde se generan cosas muy chulas», dijo, subrayando el valor cultural y la pluralidad del espacio: «Es una sala para todos los públicos, para todo tipo de música, ya sea heavy, sea folk o sea country».
Finalmente, destacó su vinculación personal con Chamberí, donde afirma pasar gran parte de su tiempo junto a su esposa, Olvido Gara (Alaska). «Vengo con Olvi aquí todos los días a pasear desde Gran Vía. Y después me quedo tomando una y es maravilloso», comentó. Con nostalgia y orgullo, concluyó recordando su infancia en Vicálvaro y el sueño cumplido de vivir en el corazón de Madrid: «Como en casa de uno en ningún sitio».