Hoy: 19 de febrero de 2025
El presidente francés, Emmanuel Macron, convoca una cumbre urgente en París este lunes, 17 de febrero de 2025, con la participación de líderes de los principales países europeos, altos funcionarios de la Unión Europea y la OTAN. El objetivo de este encuentro es abordar la seguridad continental europea y definir una estrategia común ante las recientes acciones de Estados Unidos en relación con el conflicto en Ucrania.
La reunión responde a la preocupación generada por la decisión del presidente estadounidense, Donald Trump, de iniciar negociaciones de paz con Rusia sin incluir a los aliados europeos ni a Ucrania en las conversaciones. Esta postura ha sido interpretada como un intento de marginar a Europa en la resolución del conflicto ucraniano, lo que ha motivado una respuesta coordinada por parte de los líderes europeos.
Entre los asistentes a la cumbre se encuentran el canciller alemán, Olaf Scholz; el primer ministro británico, Keir Starmer; la primera ministra italiana, Giorgia Meloni; el primer ministro polaco, Donald Tusk; y el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez. Además, participarán la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen; el presidente del Consejo Europeo, António Costa; y el secretario general de la OTAN, Mark Rutte.
Uno de los temas centrales de la reunión será la propuesta del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, de crear un ejército europeo que fortalezca la capacidad de autodefensa del continente. Esta iniciativa surge ante la percepción de que Estados Unidos podría estar reconsiderando su papel como aliado fiable de Europa, especialmente tras el acercamiento entre Trump y el presidente ruso, Vladímir Putin.
La cumbre organizada por Macron también abordará las recientes declaraciones del vicepresidente estadounidense, JD Vance, quien durante la Conferencia de Seguridad de Múnich criticó a la Unión Europea por una supuesta «censura a la libertad de expresión» y «persecución de oponentes políticos». Estas afirmaciones han sido recibidas con indignación por parte de los líderes europeos, quienes consideran que reflejan una actitud hostil por parte de la actual administración estadounidense.
Esta reunión en París busca consolidar una posición unificada de Europa frente a las negociaciones de paz en Ucrania y reforzar la seguridad continental, en un momento en que las relaciones transatlánticas atraviesan una de sus mayores tensiones desde la Segunda Guerra Mundial.