El 80% de los ahogamientos o atragantamientos de menores ocurren en presencia de adultos que no saben cómo reaccionar, siendo además la segunda causa de fallecimiento accidental en menores de 14 años, especialmente en épocas como el verano, motivo por el que la Asociación Española de Pediatría (AEP) ha lanzado una serie de recomendaciones para actuar en este tipo de casos.
El coordinador del Comité de Soporte Vital (CSV) de la AEP. Director del Instituto Valenciano de Pediatría, el doctor Ignacio Manrique, ha lamentado que 2024 haya sido el segundo peor año de la última década en ahogamientos, con 422 fallecimientos por esta causa, por detrás de 2017 (481 fallecimientos), y ha señalado que todos los ahogamientos son prevenibles si existe una conciencia al respecto.
Durante una formación ofrecida por la AEP, Manrique ha destacado la importancia de mantener «un brazo de distancia» con el niño que se cuida, incluso aunque lleve un flotador o manguitos, pues no pueden evitar que las vías respiratorias queden fuera del agua en todo momento; del mismo modo, ha afirmado que uno de los errores más frecuentes es usar el móvil mientras se cuida del menor.
Del mismo modo, ha recordado que no existe una cantidad de agua segura, y que un lactante puede llegar a ahogarse en una profundidad de dos centímetros de agua, por lo que ha instado a «nunca dejar de supervisar» a los más pequeños cuando se encuentran cerca de bañeras, cubos de fregona, inodoros, piscinas hinchables o de chapoteo, estanques o pozos, entre otros.