Aun así, el voto negativo del 6,7% deja la puerta abierta a que se trunque la operación de la empresa si ejerce su derecho de separación
Este jueves, entre asistentes y representados, el quórum de la asamblea de Ferrovial para refrendar su traslado a Países Bajos ha alcanzado el 77,6%, y de ellos ese 93,3% ha dado su visto bueno a esta decisión.
Por su parte, un 6,7% que ha votado en contra. Dentro de esta minoría, un 2,56% puede ejercer su derecho de separación. Es decir, vender sus acciones a la empresa por su oposición a ese traslado. Si esto ocurre, la mudanza no se produciría, puesto que la contraprestación a pagar por Ferrovial superará el límite de 500 millones de euros fijados en las condiciones de la operación.
De todas formas, no se espera que un porcentaje significativo ejerza su derecho de separación. El principal accionista de Ferrovial es su presidente, Rafael del Pino, que controla el 20,4% del capital, seguido de su hermana María del Pino (8,2%). Su hermano, Leopoldo del Pino, cuenta con el 4,1%. Este ha sido de los pocos que han votado en contra de la mudanza de la empresa a Países Bajos.
Otros de los accionistas es el fondo británico TCI, que controla el 6,4% del capital de Ferrovial. Fue fundado por Christopher Hohn, un británico multimillonario que aparece en el puesto 273 de la lista Forbes de personas más ricas del planeta.
Todos los accionistas que han intervenido se han posicionado a favor del traslado a Países Bajos. Además, se han mostrado indignados con la oposición del Gobierno a esta mudanza.