El mercado de la vivienda vive un momento de clara recuperación y los datos lo confirman. Las hipotecas para la compra de vivienda han alcanzado su mejor nivel en 15 años, un crecimiento que refleja no solo una mayor confianza de las familias, sino también un dinamismo económico que llevaba tiempo esperando un empuje. Según los datos más recientes del Instituto Nacional de Estadística (INE), el número de hipotecas constituidas experimentó un avance notable, con un incremento del 12,2% respecto al año anterior. Esto se traduce en más de 46.000 préstamos concedidos, una cifra que no se veía desde 2010 y que encadena ya quince meses consecutivos de subidas.
Detrás de este crecimiento sostenido hay varios factores que se combinan. Por un lado, la demanda de vivienda ha mantenido un ritmo constante, impulsada tanto por quienes buscan comprar su primera casa como por quienes quieren mejorar sus condiciones habitacionales. Por otro lado, las entidades financieras han suavizado su política crediticia, mostrando mayor disposición a conceder préstamos, especialmente en un contexto donde la estabilidad laboral ha mejorado de forma gradual. Además, el capital prestado también ha crecido con fuerza, con un aumento del 28%, lo que indica que no solo se firman más hipotecas, sino que también son de un mayor importe, según Europa Press.
A este crecimiento se suma un dato especialmente alentador para quienes están pensando en comprar vivienda: el tipo de interés medio ha bajado hasta el 2,85%. Aunque pueda parecer una diferencia pequeña respecto al mes anterior, lo cierto es que representa el nivel más bajo desde principios de 2023. Además, ya son ocho meses consecutivos en los que el interés se mantiene por debajo del 3%, una barrera que durante casi dos años parecía difícil de superar.
Esta tendencia a la baja en los intereses tiene un impacto directo en los hogares. Cuotas más asumibles, mayor capacidad de planificación financiera y, en muchos casos, la posibilidad de optar por viviendas de mayor calidad o mejor ubicación. El plazo medio de los préstamos, de 25 años, también contribuye a repartir el esfuerzo económico, permitiendo que más familias se animen a dar el paso.
Otro dato interesante es el reparto entre hipotecas de tipo fijo y variable. Aunque el tipo fijo sigue siendo mayoritario, superando el 60%, las variables también ganan presencia a medida que las condiciones de mercado se estabilizan. En conjunto, el panorama hipotecario muestra una fotografía positiva: más actividad, mejores condiciones y una sensación general de alivio para quienes buscan acceder a una vivienda en propiedad.