FUENTES INFORMADAS

Las explosiones del Nord Stream pueden acarrear una contaminación tóxica

Erupción de gas sobre los oleoductos Nord Stream en el mar Báltico el 27 de septiembre. | Fuente: Xinhua/Shutterstock

Las fugas en el gasoducto Nord Stream despiertan la preocupación de los científicos por la contaminación con armas químicas vertidas después de la Segunda Guerra Mundial

Actualmente, los científicos se encuentran evaluando el alcance y la toxicidad potencial de la contaminación resultante de la ruptura de los gasoductos Nord Stream.

La preocupación proviene de la sospecha de que estas explosiones podrían haber causado más caos ambiental, al agitar los contaminantes de las armas químicas vertidas después de la Segunda Guerra Mundial.

Las explosiones que rompieron los oleoductos en el Mar Báltico el 26 de septiembre ocurrieron muy cerca de la isla danesa de Bornholm, un área donde se arrojaron agentes de guerra química almacenados en 1947 como parte de la desmilitarización de Alemania en la posguerra.

Alrededor de 32.000 toneladas de armas químicas, que contenían unas 11.000 toneladas de agentes activos de guerra química, se desecharon en esa zona, tal y como señala Hans Sanderson, científico ambiental de la Universidad de Aarhus en Dinamarca.

La preocupación de los científicos

Con el tiempo, las carcasas de metal de la mayoría de las armas desechadas probablemente se hayan corroído, provocando que el contenido se filtrara al sedimento circundante.

Por ello, a los investigadores les preocupa que la expulsión violenta de metano de la tubería rota podría haber enviado esos contaminantes al agua, donde podrían dañar la vida silvestre marina. Los contaminantes incluyen el isótopo radiactivo cesio-137, sustancias químicas tóxicas retardantes de llama denominadas éteres de difenilo polibromados y metales pesados ​​como mercurio, cadmio y plomo.

Ahora mismo, el equipo de Sanderson está utilizando datos de monitoreo continuo en el área para conocer el alcance de la dispersión de sedimentos causada por las explosiones. Luego, el grupo utilizará umbrales de toxicidad para varias especies marinas para investigar si es probable que haya habido algún daño significativo a la vida marina. Los investigadores también han comenzado a tomar muestras de agua de mar y sedimentos del área para mejorar la precisión de sus modelos.

Nord Stream
Las burbujas de metano eran visibles en la superficie del Mar Báltico después de que las explosiones rompieran los gasoductos de Nord Stream. | Fuente: Guardia Costera Sueca/Folleto/Agencia Anadolu/Getty

Los sedimentos permanecerán suspendidos en el agua bastante tiempo

“Cualquier sedimento que haya sido removido permanecerá suspendido en el agua de mar durante mucho tiempo”, indica Sanderson. El Mar Báltico es relativamente estático, sin mareas ni corrientes significativas. Además, el gradiente de temperatura en la columna de agua significa que el agua se separa en capas que no se mezclan bien. “Este penacho no se va a asentar rápidamente de nuevo”, dice.

“Creo que hay un motivo de preocupación“, señala Rodney Forster, científico marino de la Universidad de Hull, Reino Unido, que ha trabajado mucho en el mar Báltico. Dado el tamaño y la escala de la fuga de metano, dice, “se van a removilizar cantidades bastante grandes de sedimentos”.

Referencia científica:

https://doi.org/10.1038/d41586-022-03363-7

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