Hoy: 23 de noviembre de 2024
Los sectores consultados apuntan que entre las facilidades para contratar que han socilitado al Ministerio de Agricultura estaría el aumento del periodo de trabajo que puede permanecer los migrantes en España, actualmente de 12 meses, especialmente necesario para actividades como construcción, informa elEconomista.
A tal fin, el ministerio que dirige José Luis Escrivá modificará el Reglamento sobre los derechos y libertades de los extranjeros en España, conocida como la Ley de Extranjería. Así, este viernes ha lanzado a consulta pública el borrador. Entre los sectores con más carencias de trabajadores y más interesados en la llegada de migrantes están la construcción, el campo (muy demandante de mano de obra extranjera), hostelería o transporte
Las fuentes consultadas señalan que Seguridad Social plantea a los sectores una triple vía para ampliar el número de inmigrantes disponibles para trabajar. Primero el contingente de ucranianos que han recibido refugio en España huyendo de la invasión de Rusia; la regularización de muchos trabajadores que están en España de formar irregular (garantizando su permanencia y permitiendo una mejor cualificación) y facilitar las campañas de atracción de personas que acuden a España de forma individualizada con permisos de trabajo.
Pero actualmente, la Seguridad Social reconoce rigideces que dificultan la atracción de estos trabajadores, de aquí que se haya iniciado la reforma del reglamento con la finalidad de dar una mayor flexibilidad que facilite el reclutamiento de trabajadores de otros países.
Pedro Fernández Alen, presidente de CNC, patronal de la construcción, confirma que ha mantenido contactos con el equipo del Ministerio al que ha solicitado la ampliación del periodo de estancia en España. El presidente de las empresas de construcción en España confirma la fuerte demanda de empleo derivado de las obras ligadas al Plan de Resiliencia. Y se remite a las estimaciones realizadas por el Ministerio de Fomento que ha cuantificado en 472.000 empleos creados con los 20.000 millones de euros que invertirá el ministerio con los fondos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.
Un problema que ya produce en la actualidad. Según una encuesta realizada por la CNC entre las empresas del sector, el 65% de las constructoras declaran tener “extramadamente dificil contratar jefes de obra”. Y así, en otros puestos más clásicos.
Fernández Alén ha expresado al ministerio que la formación de los trabajadores inmigrantes podría sumirlo la Fundación Laboral de la Construcción, una de las más completas en España con delegaciones en todas las provincias.
José Luis Yzuel, presidente de la Confederación Empresarial de Hostelería de España califica de “imprescindible” los cambios en el actual Reglamente de Extranjería y confirma a este diario que “sabían vía ministerio que se van a cambiar los procedimientos”.
Desde el sector agrario, el presidente de Asaja, Pedro Barato, insiste en flexibilizar plazos, informa Rafael Daniel. A juicio de Barato, “el tope que fija la reforma laboral para la temporalidad es un problema. Nuestra actividad tiene unas especifidades en el olivar, el viñedo y otros ámbitos” que la reforma no previó y que el sector reclama que suba a 120 días. Por su parte desde una de las más importantes empresas hortofrutícolas españolas, demandan acabar también con otras rigideces como los cupos. “Es imposible ampliar el número de peones autorizados aunque la cosecha lo exija”.
España lleva muchos años mostrando una extraña desidia a la hora de competir por la captación de cerebros de otros países, especialmente europeos, para cubrir los puestos de alta cualificación vacantes en varios sectores económicos. Las autorizaciones de trabajo que los especialistas llaman high-profile sumaban, a finales de 2021, cerca de 6.700 sobre un total 88.000, lo que supone un 7% en términos relativos.
En algunas autonomías el porcentaje sube al 12%, pero la realidad general no cambia y son los camareros y cocineros, los peones agrarios o los empleados del hogar las profesiones que ocupan a la mayoría de las personas que obtienen trabajos para trabajar en nuestro país.
No importa la escuela de negocios a la que se consulte. Todos los expertos coinciden en que el escaso atractivo de España para los trabajadores más formados se deriva de una maraña de debilidades. Y gran parte de ellas, se relacionan con el modo en que las Administraciones gestionan las peticiones de los posibles interesados.
Desde el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas ponen de manifiesto que “no existen ayudas de calado para la investigación básica”. Es más, España presenta una clara desventaja con respecto a la flexibilidad que caracteriza a otros países en las que esas ayudas, además, de estar disponibles pueden combinarse con el sueldo percibido por un trabajo.
En nada ayuda tampoco, la prolija burocracia a la que se somete la tramitación de los permisos, junto con la alta presión fiscal sobre los salarios más elevados. Estos últimos soportan en autonomías como Cataluña tipos marginales en el IRPF de los más altos de la OCDE, a lo que se suma el incremento de las bases máximas de cotización, constante desde 2013.
Incluso se puede achacar a España falta de imaginación en sus iniciativas frente a propuestas como la propia de los países escandinavos. Finlandia, por ejemplo, ofrece la posibilidad a los talentos que quiere captar de vivir 90 días en ciudades como Helsinki para ver si se adaptarían a su estilo de vida.