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¡La vergüenza!

Prostitución

Una imagen sobre la prostitución | Fuente: EP

¿Lo recuerdan? Es escandaloso ver esas fotografías en los periódicos, donde un grupo de impresentables, representantes de los ciudadanos, se divierten totalmente desinhibidos y desmadrados gozando a sus anchas.

Pagando esos servicios con nuestros impuestos, mostrando todo su poder sobre quienes ejercen como trabajadores sexuales, mujeres y hombres, que simplemente están cumpliendo con su cometido.

Esos representantes impresentables que nos venden una falsa legalidad sobre su integridad y honradez y a los que hemos pagado sus “juergas”, se exponen con total impunidad en esas fotografías que se han visto en muchas publicaciones.

¿En cuantos gobiernos han existido estas practicas?

Parece que es repetitivo y que esas viejas costumbres no han desaparecido a pesar de la gran cantidad de prohibiciones que están en vigor. ¿Para todos?

No me llama la atención que, existiendo un ministerio mal llamado de Igualdad, no hayan movido un dedo por esas mujeres trabajadoras del sexo que aparecen en esas fotografías.

Pero claro, no es de extrañar que esas falsas profetas, con una verborrea realmente repugnante, digan algo, ellas parece que solo se regocijan del puesto que ocupan. Son capaces de ocurrírseles cualquier ley aberrante, con tal de demostrar su falta de escrupulos. 

¿No pasan por un tamiz sus currículos para representarnos dignamente?

El temor que nos hacen sentir esas propuestas educativas, referentes al sexo y que pretenden inculcar en la enseñanza, nos quitan la tranquilidad y aquella confianza y seguridad que sentíamos al dejar a nuestros hijos en los colegios, para estudiar y aprender; ahora nos causa una enorme inquietud.

Lo único que pedimos es que se callen y desaparezcan, que no intenten quitarnos esa potestad como padres, de educar libremente a nuestros hijos, según nuestras normas de vida en familia.

¿Nadie les ha preguntado a esos, esas, trabajadoras del sexo, si les ha gustado salir en esas imágenes que han aparecido en todos los medios de comunicación?

¡Son unos hipócritas!

El pueblo solo pasa por ahí, somos sus victimas, pero también sus peones, no nos engañemos. Ellos en un corto periodo de tiempo se enriquecen, y con falsas promesas, mentiras y subterfugios se crean un futuro brillante, mientras nosotros, el pueblo, sus peones… nos empobrecemos.

Si tanto miran por las mujeres ¿No se han preguntado si las familias de esas trabajadoras del sexo sabían a qué se dedicaban sus hijas, o nietas, incluso sus parejas o maridos? Es de una vileza y desapego de quienes dicen ser defensoras de  las mujeres. Su único fin es el manejo desmesurado de sus mentes. Y crear rebaños.

Ese ministerio, está herido de muerte por sus leyes antinatura. Han creado familias enteras, fieles a sus doctrinas, con la mentira y la indignidad; está visto que la vergüenza es un sentimiento cada vez más difícil de encontrar en ciertos personajes que nos representan.

Muchas mujeres se sienten, ahora más que antes, desprotegidas y no desean que esas palabras zafias y sin el menor escrúpulo, sean voceadas por las que se erigen como sus defensoras. Es casi una incitación a ejercer unas determinadas formas de vida.

Esto no es libertad, son imposiciones; si continuamos así, se convertirán en leyes. El sectarismo destruye la personalidad y terminas perteneciendo al rebaño; la información es muy necesaria, la desidia te conduce a la ruina económica y moral.

Nos hacen creer que somos libres, al menos es lo que pregonan esos voceros, pero es falso, nos están empapelando con prohibiciones. Nos perdimos hace tiempo dando la mano a la mentira, y a la hipocresía.

¡Ya lo estamos pagando!

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