Las fuerzas policiales de Francia han arrestado a un total de 1.738 individuos en todo el país en diversas acciones contra el tráfico de drogas llevadas a cabo en los últimos días.
«Seguiremos con las operaciones antidroga», aseguró el ministro del Interior francés, Gérald Darmanin, el pasado sábado por la tarde en Saint-Denis, cerca de París. «Es necesario erradicar el narcotráfico», agregó.
Solo en París y en el distrito de Seine-Saint-Denis, han sido detenidas más de 300 personas, según Darmanin, quien ha subrayado que la lucha contra la droga y la adicción debe llevarse también al plano educativo y ha de considerarse asimismo una cuestión de responsabilidad parental, más allá del ámbito de la seguridad.
En Francia, estas redadas policiales, conocidas como Tidy Place, se enmarcan en una estrategia lanzada el verano pasado con el objetivo de eliminar los aproximadamente 4.000 puntos de venta de droga localizados a lo largo y ancho del país.
Así, durante largos períodos de tiempo hay efectivos policiales desplegados en puntos determinados de las ciudades las 24 horas del día, con la misión de detener a los narcotraficantes e impedir que reanuden su actividad en lugares cercanos tras los breves operativos policiales.
El narcotráfico por parte de bandas está especialmente presente en las urbanizaciones altas de muchas grandes ciudades francesas, donde con frecuencia se producen altercados violentos enfrentamientos entre bandas, que a menudo se cobran la vida de transeúntes inocentes.
La detención de más de 1.700 personas en estas redadas antidroga refleja el compromiso decidido de las autoridades francesas en la lucha contra el tráfico ilícito de drogas. Con esta acción, se busca enviar un mensaje claro de que el narcotráfico no será tolerado y de que se tomarán medidas contundentes para combatirlo en todas sus formas y manifestaciones.