La asesora especial de Naciones Unidas para la Prevención del Genocidio, Alice Wairimu Nderitu, ha expresado su preocupación por las posibles consecuencias devastadoras que podría tener una incursión terrestre del Ejército de Israel en Rafá, al sur de la Franja de Gaza, donde miles de desplazados internos han buscado refugio.
«Es imperativo dar prioridad a la protección de los civiles y respetar en todo momento el Derecho Internacional Humanitario. El riesgo de comisión de crímenes atroces en caso de una incursión militar completa en Rafá es grave, real y elevado», ha subrayado Nderitu.
La asesora especial también ha destacado la urgencia de liberar incondicionalmente a todos los rehenes, garantizar la entrega de ayuda humanitaria a quienes más la necesitan y acelerar los espacios para el diálogo, buscando prevenir más violencia y establecer un alto el fuego sostenible.
El portavoz de la Secretaría General de la ONU, Stéphane Dujarric, ha informado que Nderitu ha respaldado las inquietudes expresadas por otros altos funcionarios de la ONU sobre los informes de planes para una incursión militar total en Rafá. Esta acción, casi con certeza, tendría repercusiones desastrosas para los civiles que se encuentran en la zona.
La operación militar israelí en Rafá ha generado alarmas a nivel internacional, incluso entre los aliados de Israel, como Estados Unidos. El presidente Joe Biden advirtió que cualquier ataque en la región sur de Gaza debería contar con un «plan creíble» que asegure la protección de los civiles en la denominada «zona segura».