A los humanos nos va la marcha y debe ser que la vida en la Tierra se nos hace aburrida, que con un presidente como Donald Trump eso parece imposible, y cualquier cosa que nos parezca extraordinario nos pone y mucho, aunque sea un riesgo real para nuestra supervivencia. Y ese riesgo real nos viene del espacio en forma de asteroide del tamaño más o menos del estadio Santiago Bernabéu, aunque algunos expertos dicen que es algo más pequeño.
La cuestión es que las principales agencias espaciales y dos comités de Naciones Unidas están analizando el asteroide 2024 YR4 porque puede chocar contra la Tierra en 2032. Es verdad que la probabilidad probabilidad de chocar con la Tierra el 22 de diciembre de 2032 es del 1,5%, pero también dicen los expertos que esa probabilidad más o menos acertada no se sabrá hasta dentro de tres años.
Muy preocupados con los que nos pasa cerca de casa pero hay que empezar a mirar al cielo. El asteroide en cuestión ha hecho saltar las alarmas en la comunidad científica. Fue divisado en diciembre del año pasado y se le está haciendo un seguimiento minucioso porque que pueda chocar contra nosotros es una probabilidad y ya se sabe que estas cosas, como las armas, las carga el diablo.
El asteroide 2024 YR4 de llegar a colisionar y hacerlo en una zona poblada podría destruir una ciudad como Nueva York, pero sus consecuencias serían enormes porque «la magnitud sería de más de 200 veces la potencia de la bomba de Hiroshima», señala Javier Licandro, investigador del Instituto de Astrofísica de Canarias en una información de Toñi Galván en Antena 3. Eso quiere decir que la masa de polvo que podría levantar taparía el sol durante meses, y si impacta en el mar habría un maremoto importante, un tsunami gigante.
La tecnología actual ha permitido divisar el asteroide, detectar esa posibilidad de impacto y activar por primera vez el protocolo de seguridad planetaria. De momento es visible a nuestros aparatos hasta abril, cuando desaparecerá para volver a ser visible en 2028 y es entonces cuando todo se podrá precisar para confirmar tamaño y la posibilidad de impacto.
El cine ya nos ha dicho en varias películas qué hacer y cómo y de hecho, si si confirma se decidirá enviar una nave para impactar y para mover su órbita de impacto como ya se hizo en 2022. A 11 millones de kilómetros una nave enviada desde la Tierra colisionó y cambió la órbita del asteroide Dimorphos. Es decir, la situación no es nueva y ya lo hemos hecho en la realidad más allá de las pantallas de cine.
El asteroide 2024 YR4 fue descubierto en diciembre de 2024 por el telescopio del proyecto ATLAS de Chile y tiene un diámetro de entre 40 y 90 metros. En el caso de que impactase con la Tierra no causaría una catástrofe global, pero su devastación sería enorme bien como tsunami o porque destruiría miles de kilómetros de tierra. Se calcula que la energía de ese impacto puede rondar los 13-30 megatones, unas 200 veces la bomba de Hiroshima.
La Red Internacional de Alerta de Asteroides, y el Grupo Asesor de Misiones Espaciales (SMPAG). Estos dos organismos se crearon para coordinar la respuesta internacional ante una amenaza de este tipo. Su función es recomendar una respuesta concreta ante asteroides peligrosos, incluido su estudio y la propuesta de medidas de desvío si fuese necesario.
En caso de impacto parece que Europa no está en la zona de impacto. Según los cálculos de la Agencia Espacial Europea, hay varias zonas que podrían verse afectadas por el impacto del asteroide: el este del Océano Pacífico, el norte de Sudamérica, el Océano Atlántico, África y el sur de Asia. Por el momento, Europa no figura entre las áreas de riesgo. Los expertos subrayan que, en el improbable caso de una colisión, es más probable que el asteroide «caiga en el océano o en una parte remota del planeta», según informa la Cadena Ser.
Que. miedo da esta noticia, pero harán como en la película, bombardearlo antes de que choque con la Tierra