La votación ha contado con los votos en contra de PP y Vox y la abstención de la CUP
El Congreso ha sacado finalmente adelante la Ley de Garantías de la Libertad Sexual, más conocida como Ley de ‘solo sí es sí’, pese a los votos en contra del PP, Vox y la abstención de CUP.
Con 205 votos a favor, 141 votos en contra y 3 abstenciones, la ley del sólo sí es sí, que tomó el nombre del grito feminista que salió a las calles tras la polémica sentencia de La Manada -que consideró abuso sexual la violación grupal-, ve ahora la luz después de un largo camino no exento de polémica.
A lo largo de este jueves, el debate sobre la aprobación de esta ley ha dejado muchos puntos de vista. Desde la formación de Vox, se ha considerado la norma como “infame” porque “el objetivo no es proteger a la mujer sino atacar al hombre”.
La representante de la formación, Carla Toscano, apunta que Vox está en contra de la mutilación genital femenina, pero también de “la masculina” que, según ha indicado, “también existe”. Además, considera que esta medida deja al aire “incongruencias”. Alegando que “Su rollito multicultu no funciona”, ha apuntado Toscano, antes de indicar que hay que “cerrar la puerta en la cara a las personas que vengan a España a agredir a las mujeres”.
Lo que ha sorprendido hoy ha sido que la ley tampoco ha contado con el apoyo de la CUP, que ha decidido abstenerse. De esta manera, la portavoz del partido, Mireia Vehí, ha argumentado que su oposición se debe a que se “deje todo en manos del Código Penal”, así como de que “no haya medidas para los hombres”. A su juicio, se ha pasado del “eduquen a sus hijos” al “protejan a sus hijas”.
A su vez, la portavoz ha señalado que tampoco coincide con las tesis del Ministerio de Igualdad en lo que respecta a prohibir la publicidad vinculada a la prostitución, puesto que alega que esto provocaría hacer “más vulnerables” a las mujeres que ejercen la prostitución voluntariamente y, a su juicio, “el feminismo debe luchar por sus derechos”.
Una ley polémica entre la oposición
La aparición de esta ley supone una reforma en el Código Penal que cambia la forma en que se juzgan los delitos sexuales, regula el consentimiento expreso y pone fin a la distinción entre abuso y violación.
El consentimiento expreso será clave a la hora de juzgar los delitos sexuales, algo que queda definido de la siguiente manera: “Sólo se entenderá que hay consentimiento cuando se haya manifestado libremente, mediante actos que, en atención a las circunstancias del caso, expresen de manera clara la voluntad de la persona“.
Mediante esta ley, las víctimas ya no tendrán que acreditar si han sufrido violencia o si han puesto resistencia, puesto que todo acto que sea sin consentimiento será considerdo agresión.