La juez decreta prisión domiciliaria para el octogenario que mató de tres disparos a su hijo en Navarra

La edad y el estado de salud del investigado no descartan el riesgo de fuga dada la gravedad de los hechos y las posibles consecuencias penales

El hombre de 83 años acusado de asesinar a su hijo en Labiano (Navarra) ha sido puesto bajo prisión domiciliaria por decisión del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Aoiz. La juez imputa al investigado un delito de asesinato, de acuerdo con una resolución que permite apelación ante la Audiencia de Navarra.

La medida cautelar incluye vigilancia policial cuando el investigado deba recibir atención médica fuera de su domicilio, mientras que dentro de su residencia podrá recibir visitas individuales de familiares y allegados.

En la comparecencia judicial, el Ministerio Fiscal solicitó prisión provisional atenuada debido al riesgo de fuga y de obstrucción de pruebas importantes, sustentado en un informe médico forense. La defensa se opuso alegando que no existen esas circunstancias, proponiendo en su lugar una fianza de 15.000 euros para evitar la prisión domiciliaria y garantizar la presencia del acusado en el proceso.

Según el relato judicial, la fatalidad ocurrió cuando el hijo amenazó de muerte a su padre y exigió dinero en dos ocasiones durante la madrugada del 28 de abril. El incidente comenzó cuando el hijo del acusado llegó a su domicilio en estado agresivo, amenazando con un cuchillo y exigiendo dinero. Sobre las 6.00, cuando el investigado regresó de pasear a su perra, se encontró con que su hijo estaba de nuevo en su casa. Le volvió a colocar el cuchillo en el cuello y le habría vuelto a pedir los 200 euros. El padre se negó.

Según consta en la resolución judicial, el investigado subió a su habitación, cogió la escopeta que tenía, la cargó con tres cartuchos y bajó. En ese momento, el hijo estaba recostado, “parcialmente dormido”, en el sofá cama del salón.

Al despertarse el hijo, y al hacer amago de coger el cuchillo, el investigado le disparó en tres ocasiones, “dos en el pecho izquierdo a la altura del corazón y otro más en la cara”.

La juez fundamentó la decisión de prisión domiciliaria en el riesgo de fuga del investigado, destacando la naturaleza violenta del crimen cometido con un arma de fuego y con la víctima en una posición vulnerable en el sofá. Los hechos, según la juez, constituyen indiciariamente un asesinato con agravante de alevosía, conllevando una pena de prisión considerable.

La edad y el estado de salud del investigado, aunque son consideraciones relevantes, no descartan el riesgo de fuga dada la gravedad de los hechos y las posibles consecuencias penales.

El acusado presenta patologías que le impiden enfrentarse a un entorno carcelario

El informe médico forense indica que el acusado presenta patologías que le impiden física y psicológicamente enfrentarse a un entorno carcelario, necesitando atención regular en urología, nefrología, oncología y cardiología. Esto fue determinante para la juez al decidir la prisión domiciliaria.

Debido a las patologías que padece, el imputado requiere revisiones periódicas por parte de los servicios de urología, nefrología, oncología y cardiología por lo que, según la valoración del médico forense, «no se encuentra en el momento actual ni a futuro en condiciones psicofísicas de ingresar en prisión», expone la juez en la resolución.

La juez subrayó que el investigado actuó en una situación de extrema presión y peligro inminente, considerando necesario evaluar los hechos en el contexto de legítima defensa u otra circunstancia eximente.

El caso continúa siendo objeto de investigación judicial, y la decisión de la juez puede ser apelada ante instancias superiores. Los abogados defensores y fiscales seguirán argumentando sus posturas en los próximos procedimientos legales.